La curiosa historia de Djokovic, el jinete serbio que "saltó" de Asturias al Fondo Monetario Internacional

Tras ejercer como profesor de hípica en Llanera se hizo economista y desde 2012 trabaja en el organismo mundial

Varias fotografías del economista Vuk Djokovic, en diferentes momentos de su vida.

Varias fotografías del economista Vuk Djokovic, en diferentes momentos de su vida.

Yago González

Yago González

El economista Vuk Djokovic (Belgrado, 1970) es el asesor principal de Marcel Peter, representante de Serbia en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Junto a su mujer y sus cuatro hijos, Djokovic lleva desde 2012 en Washington D.C., sede del organismo mundial, ocupado en defender el bienestar económico de su país. Llegó al FMI tras trabajar en el Banco Central de Serbia y, sobre todo, como secretario de Estado del Ministerio de Finanzas. Lo que quizás algunos de sus compañeros no sepan es que, en su juventud, Djokovic había llevado otro tipo de riendas en una pequeña región del norte de España. Las de los caballos de la escuela de equitación de San Cucao (Llanera).

Hijo mayor de una familia de Belgrado, Vuk empezó a montar a caballo a los 12 años. Dos años después ya era campeón juvenil de Serbia. Justo entonces, en 1984, tuvo lugar otro gran hito deportivo que marcaría su vida: los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, que él y su hermano Stefan vieron por televisión. "Los grabamos en una cinta de Betamax y los vimos millones de veces", recuerda Djokovic, que también grabó en su mente dos nombres de la competición: el de los jinetes españoles Luis Álvarez Cervera y Luis Astolfi.

Arriba a la izquierda: Stefan Djokovic, Víctor Tartiere y Vuk Djokovic, junto al castillo de San Cucao. A la derecha, Vuk con algunos alumnos de San Cucao, a mediados de los 90. Junto a estas líneas, en Belgrado en 1985, cuando fue campeón juvenil de Serbia. Debajo, en su puesto del FMI.

Vuk con algunos alumnos de San Cucao, a mediados de los 90 / LNE

El entorno deportivo de Serbia, entonces bajo el régimen comunista, no era muy motivador: "La hípica era rudimentaria, mientras que los jinetes que veíamos en Los Ángeles parecían bailar". Vuk se matriculó en Ingeniería, pero lo dejó al poco tiempo. Su mente estaba en los caballos. Además, en aquella época –finales de los 80– afloraban ya las tensiones nacionalistas que culminarían con el estallido de la guerra de los Balcanes.

Vuk tenía amistades en Madrid, y vio ahí una oportunidad para ver de primera mano cómo funcionaba su "pasión" en un país occidental. Una vez en España, le hablaron de Víctor Agüero, entrenador argentino que se había establecido en Avilés a comienzos de los 80. Así que Vuk se desplazó a Asturias y comenzó a trabajar con él. Era 1991, el mismo año en que comenzaba el conflicto bélico en su patria.

Stefan Djokovic, Víctor Tartiere y Vuk Djokovic, junto al castillo de San Cucao.

Stefan Djokovic, Víctor Tartiere y Vuk Djokovic, junto al castillo de San Cucao. / LNE

Afincado en Oviedo, Vuk se introdujo en los círculos ecuestres de la región. Una persona clave fue el empresario Carlos Cecchini, quien junto a su esposa, Berta Arias, puso en marcha el centro hípico de San Cucao. Vuk se convirtió en un pilar de la escuela, como entrenador de jóvenes jinetes y encargado de cuidar los caballos. También daba clases en el campamento de verano de La Ferrería (Nava), propiedad del matrimonio.

En Belgrado en 1985, cuando fue campeón juvenil de Serbia.

En Belgrado en 1985, cuando fue campeón juvenil de Serbia. / LNE

El serbio era algo más que un mero profesor: procuraba ayudar a los chicos más allá de la equitación, inculcándoles valores como el esfuerzo, la disciplina y la responsabilidad. Se hizo amigo de sus familias, con las que todavía hoy mantiene contacto. De aquel período, Dkojovic destaca nombres como los de Víctor Tartiere y su mujer, María José Lorenzo, residentes en San Cucao, y Fernando Llavona. Y, por supuesto, el de Cecchini, fallecido de leucemia en 1996: "Me arropó como si fuera un hijo".

A lo largo de aquellos años, Vuk no descuidó sus estudios y acabó licenciándose en Económicas por la Universidad de Oviedo. En el año 2003, ya entrado en la treintena, tuvo una conversación con sus padres sobre su futuro profesional. Djokovic decidió que la etapa de los caballos debía quedar atrás. Regresó a su país ("fue muy difícil, estaba muy arraigado en Asturias") e ingresó en el Banco Central. Al cabo de un tiempo, entró en el Gobierno serbio, primero como asesor y después como secretario de Estado. Allí conoció a su actual esposa. En 2012 le surgió la oportunidad de trabajar en el FMI, y la familia se mudó a Washington. Ahora solo monta a caballo cuando va a Belgrado. "Todavía hoy tengo sueños en los que estoy cabalgando en San Cucao", asegura.