Castilla y León, destino Oviedo

Los turistas de la comunidad vecina aprovechan su festividad para hacer una escapada a la capital asturiana

Los salmantinos Mónica Santos y José Saura, con sus hijas, Lola y Lucía, en brazos, en el Ayuntamiento. | O. L.

Los salmantinos Mónica Santos y José Saura, con sus hijas, Lola y Lucía, en brazos, en el Ayuntamiento. | O. L. / Oriol López

Visitar Oviedo está de moda. La capital de Asturias triunfa entre los visitantes internacionales y nacionales. Estos últimos aprovechan cualquier hueco para acercase a conocer la ciudad. Es el caso de los castellanoleoneses, que con ocasión del festivo por el día de su comunidad autónoma no han dudado en escaparse de puente o, aunque sea, pasar el día descubriendo las joyas ovetenses. Parejas y familias se dejaron ver durante todo el día de ayer por los lugares más céntricos de la ciudad, como la Catedral, Gascona o la plaza del Ayuntamiento.

En Porlier un guía turístico espera, a la hora señalada, a que vaya llegando el grupo con el que va a recorrer las principales calles del Antiguo. Entre los apuntados, puntuales, están Javier Pascual y Miriam, una pareja de vallisoletanos que viven en León. Al caer en martes el festivo no dudaron en hacer puente y pasarlo íntegro en Asturias: llegaron el domingo. Conocían Gijón, pero no Oviedo. "Nos hemos relajado en un spa y hoy de visita por aquí", contaron, con lo que el viaje les sirvió para conocer el balneario de Las Caldas. "Nunca habíamos estado en uno y nos ha parecido una pasada, hemos cargado las pilas".

Una familia formada por abuelos, matrimonio y tres niños transita en dirección a la calle del Águila desde la Catedral. Joel Linares, argentino, y su mujer, Itziar Bermejo, pamplonica, viven en Ponferrada. Con ellos, sus tres pequeños – Iñaki, Leire y Elaia– y los padres de él. Vinieron el sábado y fueron a Gijón; ahora, de vuelta, paran en Oviedo antes de regresar a su hogar por la noche. "Nos gusta la Catedral y vamos a recorrer todo un poco", explicó Joel Linares, que también expresó su gusto por los parques ovetenses para que los niños "disfruten al aire libre". La gastronomía les ha parecido muy buena y no han perdido la cita de degustar un buen cachopo.

Justo debajo del arco de Cimadevilla, en el Ayuntamiento, José Saura y Mónica Santos, junto a sus hijas, Lola, de 8 años, y Lucía, de año y medio, meditan hacia dónde encaminar sus pasos. Han venido a pasar el día y su brújula personal les pide buscar un buen sitio para comer. "Vamos a comer, pero algo suave, nada de fabada ni cachopo", dice él. "Hay mucha gente de allí, otros amigos andan por aquí", concluye su esposa, para quien "pasear por la ciudad es una maravilla".

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