Oviedo ingresó 30 millones más que el año anterior pese a congelar tributos

La plusvalía y las multas crecen, mientras que la contribución pierde más de 1,8 millones

Ingresos del Ayuntamiento de Oviedo

Ingresos del Ayuntamiento de Oviedo / LNE

Chus Neira

Chus Neira

La reciente publicación de la cuenta general del Ayuntamiento de Oviedo ha venido a corroborar el contexto de restricciones fiscales en las que se mueve el consistorio ovetense y que este año obligaron a diseñar un presupuesto más ajustado que el del ejercicio anterior. En ese 2023, no obstante, el cómputo total de lo ingresado en las arcas municipales fue de 242,4 millones de recaudación neta, 30 millones largos más que el ejercicio anterior.

Pese a ese estirón, que viene de la mano del crecimiento en las aportaciones, vía convenio o vía transferencias a la caja local de las administraciones central y regional, el análisis de las tasas locales no acompaña ese repunte. La tónica general es de congelación, aunque en el impuesto más importante para el Ayuntamiento, el del IBI, los ingresos cayeron de 75,5 millones a 73,7. La diferencia respecto a lo previsto inicialmente en las cuentas municipales es de casi dos millones (1,8 millones) y evidencia el efecto de la progresiva supresión del llamado IBI a los ricos, el que grava de forma diferencial a las grandes superficies.

Las gráficas no solo apuntan hacia abajo. Dos apartados llaman la atención en el sentido contrario. Por una parte, la plusvalía, tras el "annus horribilis" de 2022 en que la devolución de lo cobrado por el cambio de criterio judicial dejó esta recaudación en cifras negativas (-0,79 millones), ha vuelto a normalizarse. Ya adaptada la tasa a los nuevos criterios, en 2023 ingresó 4 millones de euros. Lo mismo sucedió con las multas de tráfico. Desde el año 2020, y debido en parte a problemas técnicos en los distintos dispositivos para captar las infracciones y gestionar las sanciones, los ingresos habían caído tres años seguidos, hasta llegar a 1,8 millones en 2022. Ahora se percibe una recuperación, todavía lejos de los niveles de 2020, pero similar a los de 2021, con 3,7 millones de euros.

Otros datos dejan el balance final del año pasado en una zona sin frío y sin calor. Los indicadores de la actividad económica no experimentan grandes alegrías y los que reducen ingresos tampoco lo hacen con demasiado descalabro. El peor resultado es de los impuestos por actividades económicas, que cae y millón, de 5,8 a 4,8 millones en el último año. Las tasas por construcciones o por licencias, por contra, suben, aunque de forma tímida, 4,4 millones (0,28 millones más) y 1,2 millones (0,15 millones más), respectivamente.

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