El Calatrava, templo de la pasión por las ondas

Más de un millar de personas, la mayoría de fuera de la región, participan en la feria de los radioaficionados: "Es una cita única"

Asistentes al Mercáu Astur Radio» observan equipos de segunda mano, ayer, en el Calatrava. | Irma Collín

Asistentes al Mercáu Astur Radio» observan equipos de segunda mano, ayer, en el Calatrava. | Irma Collín / Lucas Blanco

Más de un millar de personas se dejaron caer este sábado por el Calatrava para asistir a "una cita única en Asturias". Así se refirió José Enrique Colloto, presidente de la Asociación de Radioaficionados Vetusta, a la feria del radioaficionado y las comunicaciones "Mercáu Astur Radio" celebrada en el palacio de exposiciones con más de medio millar de expositores acreditados para vender productos nuevos y de segunda mano relacionados con su gran pasión.

La mayoría de los asistentes llegaron desde fuera de Asturias. El recinto de Buenavista acogió a vendedores llegados de Barcelona, León o varios puntos de Portugal. "Año tras año vamos creciendo porque muchos repiten y otros nos van descubriendo", indica Colloto al respecto de una cita que comenzó celebrándose en un llagar de Colloto, pero posteriormente se trasladó al palacio de congresos debido a su gran crecimiento.

El evento supone un importante revulsivo para el sector turístico local y autonómico. Es por ello que la vicepresidenta regional, Gimena Llamedo, quiso estar presente en el acto inaugural celebrado poco antes de las diez de la mañana. "Esta actividad viene a dinamizar el turismo y llega de la mano de un colectivo que siempre colabora con la administración cuando se lo pide", defendió Llamedo antes de participar en un recorrido por diferentes puestos junto a los concejales socialistas de Oviedo Jorge García Monsalve, Javier Ballina y Marisa Ponga, así como por el portavoz municipal de IU-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares.

Las puertas del Calatrava se abrieron a las diez de la mañana y no tardó en formarse una larga cola de visitantes. "Es una actividad muy curiosa y me encanta escuchar las explicaciones de los vendedores", explicó José Manuel García, un "aprendiz de aficionado" llegado específicamente de Santander para acudir a la cita.

Entre los productos ofertados, alguna "joya" de tiempos inmemoriales con más valor sentimental que técnico. "Hay gente que vende los equipos porque le parecen viejos, pero con el tiempo van ganando su valor como antigüedad", coincidieron varios de los expositores llegados de la región, convencidos de que el año que viene repetirán. "Es un día que no nos podemos perder", proclaman los apasionados de las ondas.