Análisis

La industria de defensa en Asturias, a la vanguardia tecnológica, suma ya 2.500 empleos

 Cincuenta pequeñas y medianas empresas de la región completan con las multinacionales GDELS-Santa Bárbara y Rheinmetall un negocio floreciente

Talleres de uniformes y fábricas de componentes aumentaron hasta un 50% su volumen de negocio desde la invasión de Ucrania

Un blindado Ascod hecho en Trubia.

Un blindado Ascod hecho en Trubia. / LNE

Un tren con dos locomotoras y medio centenar de vagones repartidos por lo largo y ancho de la región toma cada vez más velocidad en Asturias con el ambiente bélico y la nueva situación geopolítica mundial como combustible. La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 fue un antes y un después para la industria de la defensa asturiana. El sector, con más de dos siglos de arraigo en el Principado, revive con el impulso de la nueva escalada armamentística europea tras décadas de declive.

Las multinacionales GDLS-Santa Bárbara Sistemas y Rheinmetall, actualmente con 730 y 295 trabajadores en sus respectivas fábricas de Trubia, ejercen de tractoras en un ecosistema con unas 50 pequeñas y medianas empresas que suben cifras de dos dígitos en su facturación en los últimos años. Ingenierías familiares, diseñadores de uniformes o creadores de cajas para el transporte de radares de cazas son ejemplos de estas iniciativas empresariales que se han aliado en un "hub" regional para seguir creciendo a la sombra de la inversión de 1.500 millones de euros destinados por la UE para su rearme hasta 2027.

El clúster de empresas del sector de la defensa de Asturias nació hace dos años por iniciativas de 22 sociedades lideradas por las propietarias de las dos grandes plantas trubiecas. El objetivo era sumar fuerzas y establecer una estrategia conjunta para asomar a nuevos mercados y presentarse como un todo ante el mundo, ofreciendo una amplia gama de productos de última generación. La apuesta ha dado frutos: además de lograr nuevos y suculentos contratos, la familia no ha dejado de crecer. Oficialmente, el "hub" tiene a día de hoy 46 miembros y en unos días está prevista una reunión para presentar a nuevos integrantes. "Solo podemos adelantar que superaremos los 50", explica la directora de la asociación empresarial, Carolina Díaz.

1. Los uniformes militares fabricados por ITS Safety en Granda. 2.César González posa con una de las máquinas utilizadas para fabricar uniformes militares. 3.Por la izquierda, Vanesa Sánchez, Marta Antuña, María Luisa Ovez y Máximo Cuesta posando con las cajas de fibra fabricadas en Llovio para la industria de defensa. 4. Operarios con una caja fabricda en Llovio para piezas de un satélite de la Agencia Espacial Europea. 5. Un soldador trabajando en la fábrica de armas de Trubia. | LNE

Operarios con una caja fabricda en Llovio para piezas de un satélite de la Agencia Espacial Europea / LNE

"La defensa está de moda en Asturias", comentan miembros del sector para resumir las buenas noticias recibidas por las empresas de esta industria en los últimos años. Eso incluye la selección de Asturias como sede de los actos del Día de las Fuerzas Armadas, que tendrán lugar en Oviedo y Gijón entre el 22 y el 25 de este mes.

Previamente, llegaron los macrocontratos firmados por el ministerio de Margarita Robles con Santa Bárbara para fabricar cientos de carros blindados 8x8 y Vehículos de Apoyo de Cadenas (VAC), con los que la plantilla ha crecido un 25% desde 2018. Se les sumaron los grandes encargos de munición realizados por varios países europeos a Rheinmetall con gran impacto en Asturias. La multinacional germana resucitó hace dos años la fábrica de Expal en Trubia, cerrada en 2020, con la previsión de alcanzar en próximas fechas los 400 empleos directos, apoyándose en el potencial de la factoría para fabricar proyectiles de 155 mm, uno de los modelos de munición más utilizado en la contienda bélica entre Rusia y Ucrania.

El potencial de la industria de defensa en Asturias va mucho más allá. Los puestos de trabajo generados por las dos grandes multinacionales apenas suponen la mitad del total. Los empleos restantes se reparten por toda la región, con especialistas de materias muy variopintas. El "hub" destaca la existencia de un polo tecnológico en torno a la defensa en Gijón y un destacable número de proveedores del sector industrial en torno a Avilés.

El despliegue de las pymes con vinculaciones militares llega hasta las alas. Hay una pequeña empresa de Cangas del Narcea dedicada a la fabricación de varios de los componentes utilizados para la fabricación de los blindados de Santa Bárbara en Trubia y una compañía de Ribadesella dedicada a crear cajas de fibra de vidrio para proteger los componentes electrónicos de cazas y satélites.

El rearme de Europa dispara la facturación del sector militar en el Principado

Los uniformes militares fabricados por ITS Safety en Granda. / LNE

Este último caso es el paradigma de cómo una actividad artesanal ha sabido incorporarse a una de las industrias más punteras en generación de conocimiento e innovación. ACR Cases es una compañía de la localidad riosellana de Llovio cuyos orígenes se remontan a 1949, cuando el emprendedor local Antonio Cuesta comenzó a fabricar piraguas de madera. En 1972 se incorporó la fibra de vidrio para construir las embarcaciones que en muchos casos fueron utilizadas por ganadores del Descenso Internacional del Sella y por la Selección Española, destacando la medalla obtenida por el k-4 español en los Juegos Olímpicos de Montreal, con el carreñense Herminio Menéndez como uno de sus integrantes.

Máximo Cuesta mamó el oficio de su padre, pero en 1998, con las riendas del negocio, le dio un giro fundamental cuando la Agencia Espacial Europea le encargó una caja de fibra para trasladar el sistema de control del cohete "Ariane 5". A partir de ahí, siguió produciendo cajas para dispositivos electrónicos de satélites hasta que en 2002 dio el salto al sector de la defensa.

Un contacto recomendó sus cajas a los fabricantes del ordenador de programación en tierra del Eurofighter, un caza de guerra utilizado por varios de los principales ejércitos del viejo continente. A día de hoy, las ventas a la industria militar suponen entre el 40% y el 50% de su facturación total.

"Llevamos diez años haciendo cajas para radares de cazas que valen 2,5 millones de euros", explica, asegurando que los encargados han aumentado de manera considerable "desde la pandemia". Venden una media de 45 cajas al año, a las que suman otros productos como cobertores plásticos para antenas de conexión satélite para vehículos militares.

El rearme de Europa dispara la facturación del sector militar en el Principado

César González posa con una de las máquinas utilizadas para fabricar uniformes militares. / LNE

En Siero, concretamente en Granda, otra iniciativa empresarial de un sector tradicional como el textil ha encontrado su particular cuartel general. César González constituyó su particular fábrica de uniformes en 2010 en el polígono llanerense de Asipo.

Inicialmente, abasteció encargos de fundiciones, cuerpos de bomberos o incluso equipos ciclistas. Tres años después, la nave de 1.100 metros cuadrados se quedó pequeña. Se mudaron a la nueva sede sierense, con casi el triple de superficie, pero la empresa dio su mayor salto en 2016 al incorporarse al mundo de la defensa.

"En el último año, el volumen del negocio creció un 50% y en los anteriores no bajamos del 10%", desvela el propietario de ITS Safety, una sociedad con 26 empleados que facturó la friolera de 7 millones de euros en 2023.

La Armada, el Ejército del Aire, la UME, la Policía Nacional, la Guardia Civil y algún que otro cuerpo especial figuran entre sus mayores clientes como compradores de prendas.

"Ganamos licitaciones para proveer a los cuerpos de ropa de deporte, monos de piloto, toallas, calcetines y hasta ropa interior especializada para militares", desgrana.

Actualmente, exporta a 40 países su gama de productos ligados a la industria en general. Su aspiración es, con ayuda del "hub" de defensa, derribar las barreras españolas y llevar su ropa militar a otros ejércitos y cuerpos de seguridad del mundo.

"No es sencillo porque los países son muy proteccionistas, pero acudiremos a ferias internacionales con vistas a intentar seguir creciendo en otras naciones", adelanta el emprendedor.

El rearme de Europa dispara la facturación del sector militar en el Principado

Un soldador trabajando en la fábrica de armas de Trubia. / LNE

Al polígono de Viella, también en Siero, llegaron hace nueve años dos emprendedores con la intención de triunfar en el mundo de la ingeniería. El ovetense Adolfo Fernández y la langreana Alejandra Albes comenzar a diseñar y fabricar piezas a medida para industrias de todo tipo. Eso les abrió las puertas a colaborar con GDLS-Santa Bárbara Sistemas, abasteciendo a la multinacional instalada en la fábrica de armas de Trubia de utillaje para el montaje de los carros de combate.

"La industria miliar supone el 35% de nuestra actividad, pero también abastecemos a muchos otros sectores", subrayan, poniendo como ejemplo el reciente diseño de una máquina utilizada por industrias alimentarias.

Más allá de la relación con Santa Bárbara, DVB, la sociedad fundada por ambos, hace sus propios productos con la aspiración de dar algún día el campanazo en la industria bélica.

"Estamos en fase de pruebas de un calculador balístico que prevemos sacar al mercado este mismo año", coinciden los responsables de esta compañía de 11 empleados, en relación con un dispositivo diseñado para mejorar la precisión de armas de fuego militares. "Somos emprendedores en el amplio sentido de la palabra", aseguran estos "enamorados" de la innovación.

Afirman ser cautelosos, aunque admiten tener previsto meter cada vez más la cabeza en el sector de la defensa. Eso les decidió a incorporarse al "hub" asturiano para ofrecer al ecosistema del sector en la región su equipo de ingenieros, soldadores y caldereros como apuestas de confianza ante proyectos futuros en conjunto.

Desde el clúster autonómico se aspira a dar visibilidad nacional e internacional a un conjunto de empresas, que no se pone techo para seguir creciendo.

El rearme de Europa dispara la facturación del sector militar en el Principado

Por la izquierda, Vanesa Sánchez, Marta Antuña, María Luisa Ovez y Máximo Cuesta posando con las cajas de fibra fabricadas en Llovio para la industria de defensa. / LNE

"La nueva estrategia europea de defensa abre horizontes de oportunidad muy amplios que vamos a tratar de aprovechar", afirma Carolina Díaz. El objetivo comunitario para 2030 es que el 50% de las adquisiciones de los Veintisiete sean de equipos europeos y el 40% de las compras sean conjuntas. La intención es que en 2035 el 60% del armamento sea europeo, lo cual abre una ventana de posibilidades para seguir incrementando los niveles de empleo y facturación impulsados desde la invasión rusa a territorio ucraniano.

Para tomar posiciones, el clúster asturiano trabaja en asegurar su presencia en los grandes escaparates del sector armamentístico. La cita más inminente es la feria Eurosatory, en París entre el 17 y el 21 de junio, con 1.743 expositores del sector de la defensa y la seguridad llegados desde 63 países.

"Seremos la única asociación regional española presente", comenta la directora del "hub", que confirma también un stand propio en la Feria Internacional de la Defensa y la Seguridad (Feindef), programada del 11 al 14 de mayo de 2025. 

Las empresas asturianas del sector están también presentes en las redes europeas vinculadas a la defensa, en la cual, por parte de España, solo están representadas Asturias, Cantabria y Murcia.

"Buscamos trabajar de manera coordinada con los países europeos y con los programas de inversiones y compras conjuntas de los países comunitarios", puntualizan desde el clúster.

El balance de la asociación empresarial desde su creación hace dos años no puede ser más satisfactorio.

"Hemos conseguido que algunos socios hayan crecido conseguido buenos contratos, aunque lo más importante es que estamos demostrando que sabemos fabricar muy bien", defiende Díaz, consciente del espacio de oportunidad descubierto por muchos de sus socios con esta alianza.

"Han encontrado un sector que da mucha seguridad, tranquilidad financiera y una continuidad de facturación", esgrime sobre las razones de que muchas empresas redoblen sus esfuerzos para convertirse en proveedores de las grandes compañías armamentísticas, del ejército o los cuerpos de seguridad.

Más allá de la presencia en eventos y organismos de ámbito internacional, las compañías intensifican su asistemcia en todos los actos relativos al mundo militar. Entre ellos, el Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS), que tiene lugar en Asturias con una amplia programación desde el próximo miércoles y hasta el sábado.

Las 46 empresas de defensa asociadas en Asturias pondrán su granito de arena para que la exposición de material y vehículos militares prevista en el paseo del Bombé del 22 al 27 de este mes, el desfile militar por las calles de Oviedo programado para el día 25 y la exhibición naval y aérea fijada el día anterior en Gijón resulten un éxito.

"Jugaremos un papel de colaboradores con el ministerio, que es el verdadero organizador", aclaran.

Acercar la cultura de la defensa a la sociedad y poner de relieve la importancia de su industria para generar valor añadido, conocimiento y empleo de calidad son algunos de los objetivos de esta celebración sin parangón en Asturias.

"La situación geopolítica actual es muy complicada y no deseable para nadie, pero la sociedad debe ser consciente de lo que está pasando en un momento en el que la industria de defensa debe cumplir su rol de proveernos de unos servicios que, por desgracia, son necesarios", reivindica Carolina Díaz ante las posibles críticas de algunos sectores respecto a la actividad económica desarrollada por las sociedades pertenecientes al "hub".

Hasta la fecha, el gran crecimiento de actividad registrado por la industria armamentística asturiana en los dos últimos años solo ha sido objeto de reconocimiento, en este caso, en la persona de Margarita Robles.

El Ayuntamiento de Oviedo y la Cámara de Comercio de la capital aprobaron recientemente la concesión de sus respectivas medallas de oro a la ministra. La argumentación, casi idéntica, destaca su contribución a la firma de los macrocontratos que garantizan la carga de trabajo de Santa Bárbara en Asturias hasta al menos 2037, aunque también alabaron su papel determinante para alcanzar el acuerdo a tres bandas entre el ministerio, el Principado y Ayuntamiento, para recuperar los antiguos terrenos de la fábrica de armas de La Vega, cerrada en 2012, para uso empresarial, residencial y dotacional.  

Si todo va según lo previsto, Robles aprovechará su visita a Oviedo con motivo del DIFAS, al que también asistirán los Reyes de España, para recibir ambas distinciones, para las que también se ha contemplado su especial vinculación a Oviedo, ciudad de origen de su madre, donde pasó buena parte de su infancia.

La industria asturiana sueña con que esta vinculación arranque nuevos proyectos ilusionantes para Asturias en materia de defensa y seguridad.

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