Así fue el multitudinario ensayo nocturno del desfile en Oviedo: "Son días únicos para apoyar a nuestros soldados"

Los preparativos congregaron a cientos de militares uniformados : "No estamos todos, pero sí una buena representación"

VÍDEO: Así fue el ensayo nocturno en Oviedo del gran desfile de mañana ante Los Reyes

Amor Domínguez

Rodeados de sombras, con una concentración absoluta y buscando alcanzar la perfección, cientos de militares velaron armas en la noche de este jueves en las calles de Oviedo para poder brillar horas después ante los Reyes. No estuvieron los casi 3.300 efectivos que se desplegarán el sábado, pero el ensayo general organizado en el recorrido de mil metros dibujado entre la plaza de la Paz y la calle Independencia congregó a cientos y cientos de militares uniformados que mañana protagonizarán el acto central de los actos del Día de las Fuerzas Armadas en el Principado.

Los cortes de tráfico comenzaron pasadas las nueve de la noche. Furgones, coches y diversos vehículos militares comenzaron a irrumpir en la calle Hermanos Menéndez Pidal. En torno a las diez comenzaron las pruebas de megafonía. Lo hicieron con un error tomado con humor por la gran multitud congregada para presenciar el entrenamiento nocturno. Unos abucheos con trasfondo jocoso afearon al narrador que se refiriera a Toledo en vez de Oviedo al citar en su locución el escenario del desfile. Poco después, cuando el "speaker" acertó, a la segunda, fue recompensado con aplausos.

Oviedo se prepara para el desfile de las Fuerzas Armadas: numeroso público sigue el ensayo general nocturno

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

El ensayo tuvo dos fases. Cada una de las unidades participantes dedicó la primera parte a situarse delante del palco real para ensayar los diferentes movimientos programados para el desfile. "No estamos todos, pero sí una buena representación", comentaron los militares mientras esperaban en los márgenes de la intersección de Hermanos Menéndez Pidal y la Avenida de Galicia, donde se ubica el lugar de honor desde el que Felipe VI y Doña Letizia presidirán el enorme despliegue organizado por el ministerio de Defensa. En la segunda parte, con final previsto más allá de las doce y media de la noche, contemplaba una especie de pasada de reconocimiento conjunto por el recorrido.

Las salvas, los toques de corneta y el golpeo del tambor acompañaron un entrenamiento casi tan solemne como el desfile definitivo, en el que familias enteras y grupos de amigos se echaron a la calle o siguieron el desarrollo del simulacro desde los balcones de las viviendas anexas. "Si lo de hoy ya es bonito, no me imagino como será lo del sábado", declaró Jocelyn Ramírez, una vecina de La Ería, que siguió con mucha atención los ensayos del izado de la bandera o el homenaje a los que dieron su vida por España.

Como todo buen preestreno, el nerviosismo era palpable entre los organizadores. Marcas de spray en el suelo para asegurar bien la posición, movimiento de objetos y recomendaciones a los militares interrumpieron algunas fases de los preparativos, seguidos por mucho público subido a los zócalos de los escaparates. "Venimos desde Avilés a verlo porque el sábado no podemos y ha merecido la pena", comentó Adelina Álvarez mientras seguía las maniobras frente al escenario habilitado para izar la enseña nacional.

La prueba de fuego del desfile sirvió también de entrenamiento para el resto de fuerzas y cuerpos encargados de velar por la seguridad y buen desarrollo del evento más esperado del año. La Policía Local superó con éxito el examen consistente en cortar el tráfico desde la plaza de Castilla hasta la calle Independencia en una hora crítica para el tráfico. Lo hizo con ayuda de la Guardia Civil y la Policía Nacional, cuyos agentes también pudieron en determinados momentos disfrutar desde la barrera del espectáculo nocturno que supuso el gran ensayo de un evento con el que Oviedo y el ejército español aspiran a brillar tanto como la ocasión merece.

La pasión por el Ejército desborda la capital

Algunos visitantes acarician a la perra militar "Tundra" en el Bombé. / L. B.

La pasión por el Ejército desborda la capital

El paseo del Bombé y el casco histórico de Oviedo se quedaron pequeños este jueves para disfrutar de la programación del Día de las Fuerzas Armadas. Las exhibiciones de los distintos cuerpos en la parte alta del Campo San Francisco, los ensayos de las bandas militares de cara a su gran encuentro de hoy y otras actividades paralelas congregaron a miles de personas a lo largo de la jornada. "Son días únicos para apoyar a nuestros soldados", comentó la ovetense María Cabeza tras posar tras varios legionarios en uno de los puestos de la exposición militar.

Aunque el trajín de gente fue constante en la muestra de armamento y vehículos durante todo el día, hubo momentos puntuales en los que no cabía ni un alfiler. Uno de ellos fue cuando "Tundra", una perra militar de raza pastor belga, dejó a muchos boquiabiertos con su destreza para detectar explosivos o elementos sospechosos en los vehículos.

Otro instante de gran afluencia fue el concierto ofrecido por los alumnos del Conservatorio Profesional de Música en el emblemático kiosco del Bombé, donde no quedó una silla vacía.

No obstante, la gran cita cultural del día fueron los ensayos callejeros de las siete agrupaciones que hoy participarán en el encuentro de bandas militares programados desde las 18.45 hasta las 20.00 horas, cuando las mismas se concentrarán, procedentes de distintas plazas de la ciudad, a los pies de la Catedral. "Es todo un acontecimiento", indicó la gijonesa Araceli Montes, la cual decidió visitar las atracciones militares en Oviedo tras pasarse ayer por las instaladas en su ciudad.

El otro gran atractivo del día fueron las pasadas de los cazas por el cielo ovetense. Pasadas las diez de la mañana pudo verse a más de una decena de aviones sobrevolando puntos de la ciudad como el Carlos Tartiere, el Campo San Francisco o la mismísima Catedral. "Menudo ruido hacen", comentó un joven que presenció el espectáculo desde la puerta del Instituto Alfonso II.