Un desarrollo urbanístico en el corazón del casco antiguo

Así marcha la urbanización de los terrenos de la Fábrica de Gas, en Oviedo (y el amianto es el primer objetivo)

Los propietarios del terreno invierten siete millones en un plan de limpieza y derribo que "garantiza la salud" y la conservación de elementos catalogados

Así marcha la urbanización de los terrenos de la Fábrica de Gas, en Oviedo

Así marcha la urbanización de los terrenos de la Fábrica de Gas, en Oviedo / LNE

El fondo de inversión que va a desarrollar el proyecto de urbanización de los terrenos de la Fábrica de Gas habrá retirado el amianto de todos los edificios y elementos no catalogados que hay en el recinto enclavado en el casco viejo antes de que finalice la jornada de hoy. Al menos esas son las previsiones de los responsables de Ginkgo Advisor, que no podrán darse tanta prisa a la hora de limpiar el resto de los materiales tóxicos de la parcela porque algunos forman parte del patrimonio protegido del conjunto fabril y otros se encuentran en el subsuelo.

Esas labores, las que afectan a los elementos singulares y aquellas que requieren movimiento de tierras y actuaciones más delicadas, se incluyen en un proyecto específico que está a punto de ser entregado en el Ayuntamiento para que sea dado de paso por el servicio de licencias y se prolongarán al menos hasta finales de año. "Es un plan que garantiza la salud de los vecinos porque se van a retirar por completo todos los elementos tóxicos respetando al máximo el patrimonio", señalan fuentes de Ginkgo.

De hecho, esas mismas fuentes aseguran que ese plan de derribos y descontaminación de los terrenos le va a suponer a Ginkgo Advisor un desembolso cercano a los siete millones de euros. Entre otras cosas, para que elementos como el emblemático gasómetro, la nave de Popular Ovetense, la chimenea y el depósito elevado no sufran ningún daño durante el proceso se van a utilizar "sistemas de monitorización ultramodernos" que arrojarán información en tiempo real para saber en cada momento si los trabajos afectan a los elementos protegidos. En cinco puntos diferentes de la parcela se colocarán distintas sondas –fisurómetros, acelerómetros, inclonómetros y sensores de control de la temperatura y la humedad– que garantizarán un control minucioso durante las labores de movimiento de tierras necesarias para eliminar la toxicidad y otros elementos a retirar del subsuelo y a la hora de demoler los edificios no catalogados, un trabajo que será supervisado por un gestor autorizado de residuos.

Los responsables de Ginkgo Advisor quieren que el plan que ha dibujado el arquitecto navarro Patxi Mangado para el área que ahora ocupa la antigua Fábrica de Gas comience a hacerse realidad en febrero del año que viene, aunque antes de colocar la primera piedra de los edificios de viviendas, de las oficinas, de las plazas públicas o de los espacios verdes que se plantean para este nuevo espacio de la ciudad quedan muchas cosas por hacer. Los dueños de la parcela establecen tres fases diferentes.

La primera de ellas comenzó ayer con la retirada del amianto de los edificios que no tienen ningún tipo de protección y que se dará por terminada hoy cuando finalice el traslado de esos elementos tóxicos, previamente "encapsulados", a un vertedero específico para este tipo de residuos. Estas primeras actuaciones en el recinto fabril también incluyen el derribo de los edificios no catalogados y del resto de elementos que van a ser eliminados para el desarrollo del proyecto urbanístico, unos trabajos que arrancarán hoy con la demolición del interior de algunas de esas estructuras y se desarrollarán "con mucho cuidado" para respetar los elementos patrimoniales que se quieren conservar. "Las máquinas empezarán mañana (por hoy)", señalan fuentes de Ginkgo, que quieren tener acabada esta primera fase "a mediados del mes de julio".

Una máquina empleada para retirar el amianto, ayer, en la Fábrica de Gas. | David Cabo

Una máquina empleada para retirar el amianto, ayer, en la Fábrica de Gas. / David Cabo

La marquesina, en peligro

La segunda fase de actuaciones contempla, entre otras cosas, la eliminación de los elementos y materiales tóxicos "bajo rasante" y el "apeo y apuntalamiento" de los edificios y estructuras que están bajo protección patrimonial para que no se dañen durante estas labores. Para llevar a cabo estos trabajos es necesario utilizar maquinaria pesada y realizar movimiento de tierras, así que resulta obligatoria una licencia municipal. Al haber trámites burocráticos de por medio, los responsables de Ginkgo no se atreven a hablar de una fecha concreta para terminar esta segunda fase, pero su objetivo es que esté acabada "a finales de este año".

El último paso antes de empezar las obras propiamente dichas tendría que ver con la conservación de los edificios singulares e incluiría todas los trabajos que son necesarios para que esos elementos, que forman parte de la historia de Oviedo, luzcan como emblemas del proyecto desarrollado por Patxi Mangado. En ese listado de tesoros patrimoniales hay uno que corre peligro: la pieza central de la marquesina de Sánchez del Río. Según ha podido saber este diario, Ginkgo Advisor advierte de que es un elemento "muy contaminado y totalmente arruinado" y que su recuperación parece "inviable desde el punto de vista técnico y económico". No obstante, la marquesina sigue siendo un elemento protegido por Patrimonio y no podría eliminarse teniendo en cuenta la normativa actual.  

«El proyecto va a ser una fuente de ingresos y no de gastos», asegura Canteli

El Alcalde celebra el futuro desarrollo «a coste cero» de una zona degradada de la ciudad

El alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, tiene muy claro que el proyecto urbanístico que ya ha comenzado a gestarse en los terrenos de la antigua Fábrica de Gas es un negocio redondo para el Ayuntamiento y para los ciudadanos. «Es una actuación importante para la ciudad que nos sale a coste cero, como el Calatrava. Vamos a desarrollar una zona degradada de Oviedo y lo vamos a hacer sin costes; es más, vamos a cobrar licencias y cuando terminen también vamos a cobrar vía IBI», asegura Canteli. «El proyecto va a ser una fuente de ingresos para el Ayuntamiento y no de gastos», añade el Alcalde.  

Alfredo Canteli está al tanto de las demandas de los vecinos del entorno y de los que integran la plataforma Fábrica de Gas e Ideas, que exigen que se extreme la vigilancia durante la ejecución de los trabajos que se van a llevar a cabo en el antiguo recinto fabril para que los edificios y los elementos protegidos que hay en su interior se respeten y no sufran ningún tipo de daño. «En ese aspecto poco podemos decir nosotros. Ahí interviene Patrimonio y todo lo que están haciendo en esos terrenos se está desarrollando con el visto bueno de Patrimonio», dice el Alcalde, que va más allá. «No sé lo que hay que tirar o lo que hay que dejar, pero ellos (por los responsables de la obra) y Patrimonio sí lo saben. Al fin y al cabo son los que están autorizando que los trabajos se hagan», subraya Alfredo Canteli.

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