Entrevista | Isaac Querub Expresidente de la Federación de Comunidades Judías de España y de la Comunidad Judía de Madrid

El expresidente de las comunidades judías, en Oviedo: "Hablar de genocidio de Israel por parte de la ministra Robles es de una ignorancia supina"

"El reconocimiento de Palestina por el Gobierno español es inoportuno

"Margarita Robles no sabe qué es un genocidio, sus declaraciones son de una ignorancia supina"

"Esta guerra no la inició Israel, víctima de una masacre"

Isaac Querub, ayer, en Oviedo.

Isaac Querub, ayer, en Oviedo. / David Cabo

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Isaac Querub Caro (Tánger, 1956), miembro del jurado premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional 2024, ha presidido la Federación de Comunidades Judías de España, la Comunidad Judía de Madrid y la asociación Yad Vashem, que vela por la memoria de las víctimas del Holocausto y que en 2007 recibió el premio "Príncipe de Asturias" de la Concordia.

–España ha reconocido al Estado palestino.

–Es triste. Me sorprende que el reconocimiento de Palestina se haga en estos momentos, me parece una medida inoportuna por parte del Gobierno de España. Somos perfectamente conscientes de que hay 140 países que han reconocido a Palestina y yo creo que el futuro pasa por una cohabitación entre un Estado palestino y el Estado de Israel, pero deben darse las condiciones adecuadas para ello. Debe ser un proceso derivado del diálogo entre ambas partes, entre israelíes y palestinos. Da la impresión de que algunos integrantes del Gobierno español olvidan la historia.

–¿A qué se refiere?

–En 1947 la ONU sugiere la división de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío; los judíos aceptan y los países árabes votan en contra; por otra parte, los árabes palestinos están enfrentados entre ellos, Hamás y la Autoridad Palestina no solo no se hablan, sino que se odian y se hacen la guerra; y, por otra parte, Hamás no solo no tiene intención de reconocer a Israel, sino que quiere la erradicación del Estado de Israel y el establecimiento de un califato musulmán, islámico, en toda Palestina. Con esas reglas de juego, ya me dirá...

–¿Ese contexto justifica la muerte de civiles?

–En primer lugar, los datos sobre las muertes de civiles que tenemos son los que da Hamás: yo no me fiaría de lo que dice Hamás, nunca. En segundo lugar, toda guerra tiene consecuencias horrorosas para ambas partes, terroríficas. La muerte de civiles, mujeres y niños, es terrible, muy triste, pero ¿por qué se da esa circunstancia? Lo vimos ayer (27 de mayo) con el trágico error del Ejército israelí: porque Hamás se esconde entre la población civil, en hospitales y en colegios.

–Dentro del Gobierno español, la ministra de Defensa, Margarita Robles, fue, el pasado fin de semana en Oviedo, la primera en hablar abiertamente de genocidio en Gaza.

–Me parece una ignorancia supina por parte de la Ministra. No sabe lo que es genocidio, no creo que haya leído el artículo II de la declaración de la ONU. De ninguna manera hay genocidio, ni tan siquiera intención de acabar con una población, no es el estilo ni de Israel ni del Ejército de Israel.

–Hay gente que teme que un pueblo que fue víctima de la "Shoá" (el Holocausto) se haya convertido ahora en victimario.

–Ni mucho menos son situaciones comparables, bajo ningún concepto, bajo ninguna premisa. El Estado de Israel no empezó esta guerra, es la víctima de una masacre terrible el pasado 7 de octubre de 2023. ¿Qué puede hacer Israel? ¿Qué debe hacer el Ejército? Intentar liberar a los rehenes y defenderse, contraatacar. Desgraciadamente, las reglas del juego las impuso el enemigo, no Israel. Israel busca la paz, la población de Israel busca la paz, y aquellos que bailaban en aquel Festival Nova, cerca de Gaza, eran en su mayoría pacifistas y activistas propaz con los palestinos.

–¿El presidente Netanyahu necesita el conflicto bélico para mantenerse en el poder?

–Yo no soy ciudadano israelí, soy ciudadano español, pero creo que de lo que se trata es de defenderse. El Gobierno israelí ha convocado una célula de guerra, un gabinete de guerra, donde está el Gobierno y donde está la oposición, y adoptan decisiones en función de los objetivos militares. La impresión, visto desde Madrid, es que el objetivo es acabar con el brazo militar y la infraestructura de Hamás en la franja de Gaza.

–¿Percibe una ola creciente de antisemitismo en Europa?

–Evidentemente, en casi todos los países del mundo. ¿Estamos sorprendidos? Sí. ¿Estamos tristes? ...

–¿Cómo se convive con eso?

–No lo sé. Fíjese, yo creo que en Oriente Medio nunca se había estado tan cerca de un modus vivendi, de un acuerdo de paz como después de la firma de los Acuerdos de Abraham; estaba a punto de firmarse un acuerdo con otro gran "player" de Oriente Medio, que es Arabia Saudí, pero todo eso alguien, con intereses, lo ha dinamitado.

–Un Estado, quiere decir.

–No tengo ninguna duda. El otro gran "player" que disputa el cetro en Oriente Medio es la República Islámica de Irán, una tiranía donde no se respetan ni libertades ni derechos humanos.

–¿Se superará la crisis entre Israel y España? Hay lazos entre ambos países, aunque históricamente no se tratara muy bien a la comunidad sefardita.

–Bueno, eso forma parte del pasado.

–No tanto, el Gobierno israelí ha reconvenido al Presidente apelando a la Inquisición.

–Eso forma parte de la propaganda y la contrapropaganda. Los judíos españoles viven perfectamente integrados en la sociedad española, desde el advenimiento de la democracia y de la Constitución, y tenemos reconocidos todos nuestros derechos. Eso no va a cambiar. Lo que nos entristece es la actitud del Gobierno español en estos momentos, que han sido, de verdad, muy delicados y muy tristes para la población de Israel y para las comunidades judías del mundo entero, también la española. No entendemos ese tipo de diatribas, las declaraciones de la vicepresidenta segunda, la declaración de la ministra de Defensa… A pesar de estar hablando en clave electoral, dada la proximidad de las elecciones europeas, hay que tener un poco de dignidad y no traspasar líneas rojas, como se han traspasado.

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