San Mateo se vive cada vez más en las redes sociales. Unos minutos nocturnos en los chiringuitos sirven para comprobar de qué manera esto se ha convertido en la fiesta del "selfie". Cada segundo un grupo de amigos, amigas o desconocidos se hacen una fotografía que intuyo colgada en internet al minuto siguiente. Si no hay "selfie" en el Rincón o en el Pinón es que no has estado en San Mateo. Ya si consigues colar un mojito en la imagen, tienes el triunfo asegurado. Concejales, músicos, trabajadores y público sin más inundan sus muros sociales de festivas imágenes. Deberían hacer lo mismo a la mañana siguiente cuando se levantan para ir a trabajar y el recuerdo del mojito sigue en su cabeza en forma de dolor insoportable. San Mateo se reduce a imagen y sonido, y tanto uno como otro, con los chiringuitos de fondo.