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Álvaro Faes

Al final de la semana

Álvaro Faes

Ante todo, mucha calma

Canteli y Cuesta, los diques del PP y Ciudadanos para que la crisis de sus partidos no se filtre a la política local

El aleteo de una moción de censura en Murcia puede provocar unas elecciones en Madrid; un movimiento fallido al sur de España hace temblar los cimientos de un partido en declive y, con él, entra en riesgo la estabilidad de determinados gobiernos locales y autonómicos. En Madrid cauterizan la herida llamando a las urnas y no faltan los rumores allí donde Ciudadanos sostiene gobiernos junto al PP. Oviedo no queda al margen, al menos, cabe preguntar si en esta película de envidias y ambiciones políticas habrá unos renglones reservados para la capital asturiana.

Pocos escenarios se presumen peores que la posibilidad de una ruptura en el gobierno municipal.

Ante todo, mucha calma

Ante todo, mucha calma

Bien hacen los primeros espadas de la política ovetense en atajar comentarios y evitar tentaciones en su isla ovetense. Canteli (PP) y Cuesta (Cs) han sido especialmente cuidadosos durante la semana para evitar malos entendidos. Ayer mismo aceptaban durante el responso de Alfonso II la invitación del deán, Benito Gallego, para juntarse en el reducido espacio de la ceremonia y propiciar una imagen de estabilidad. Ellos son los encargados de velar por que Oviedo quede al margen del terremoto político y que las réplicas sísmicas murcianas no atraviesen la Península de esquina a esquina.

El alcalde (PP) y el número dos en el Ayuntamiento (Cs), líder además de los naranjas en Asturias, están siendo diques de contención en lo que va de mandato. Ambos han atajado la agitación que, en alguna ocasión, le querían meter los subalternos a la olla de la política local. También han sabido mirar a otro lado cuando alguno de los dos no ha estado todo lo empático que se prometieron hace cerca de dos años, al sellar su unión.

Cuenta mucho su buena sintonía. La relación se ha sujetado a veces por la paciencia de Cuesta cuando Canteli hace valer el cargo y gana protagonismo; pero también cuando el Alcalde sabe ser comprensivo con el papel del portavoz de los naranjas: socio en Oviedo pero fundamental para sacar el Presupuesto regional, difícil dicotomía que Canteli tolera con mientras su casa esté en orden.

En un momento de polarización política ganan valor el diálogo, los acuerdos, el consenso. En Oviedo funciona más o menos el modelo. Quizá le falte al gobierno local ese empujón que dan las grandes obras, lo que de verdad se nota en la ciudad, pero si hay que buscar un mérito a Canteli puede ser el de contribuir a la estabilidad política de la ciudad, fundamental para que todo lo demás pueda llegar a funcionar en plenitud. Resta pedir a las direcciones nacionales y regionales de los partidos altura de miras para que los intereses particulares, los de la política de eslóganes y golpes de efecto no interfieran en la política de la gente, la que se construye desde las corporaciones locales, la más cercana a las personas.

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