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Jonathan Mallada Álvarez

Crítica / Música

Jonathan Mallada Álvarez

El Auditorio, al ritmo de Ferrari

La ecléctica y original artista Marcela Ferrari ofrecía el sábado el segundo concierto de las fiestas de San Mateo. Para ello, se sirvió del programa “De tangos, valsecitos y otros mundos”, una especie de recopilatorio de los mayores éxitos de sus últimos tres trabajos discográficos: “Impertinente”, “Tangos propios” y “Tangos propios II”. Cantante y compositora de sus propios temas, la pandemia le generó una gran incertidumbre que perdura hasta el presente y la ha sumido en un desasosiego creativo, por lo que se ha centrado también en la revisión de algunas canciones en las que había colaborado con otros artistas.

Todo ello confluyó en la sala de cámara, junto a público fiel y entregado desde el inicio del concierto con “Ay… ¡La vida!”, buen ejemplo del poder evocador del tango que parece encerrar en sus letras las vivencias de toda una vida. “Volvernos a querer” ya evidenció la voz pulida y suave de Ferrari, que quizá habría sido más efectista y sugerente sin amplificación, pero sería en “Una parte de mi” donde emplearía todos los registros de la voz para lograr una interpretación más descarnada y expresiva.

Al margen del nivel de Ferrari, interactuando con el público conforme se sucedían las canciones, su grupo contribuyó a redondear una velada musical muy agradable. “Complejo de bueno” dejaría una banda muy enchufada, fundamentalmente gracias al saber hacer del guitarrista Osvi Grecco, pendiente de marcar cada una de las entradas y de caer juntos en los acordes, mientras que Luis Fernández se lució en el tema “Civilizadamente”, no sólo al piano, sino también con la melódica, un instrumento que, huyendo de los tópicos, utilizan para aportar la sonoridad tan característica de instrumentos como el acordeón o el bandoneón. Además, se prestó a hacer el dúo con Ferrari en “Valsecito de lo que cura el tiempo”, con suavidad y equilibrio.

En “Gira” el protagonismo recayó sobre Laura Gómez (al bajo) y en “Fueron años”, Toni Jurado dio un paso al frente en el manejo de la percusión. Además, Jurado intervino de forma destacada en “Mientras tanto”, una versión de la canción del grupo “Leño” donde contrastaron a la perfección la voz dulce de Marcela con la ronca y aguardentosa del percusionista, resultando una de las más aplaudidas por un público que también celebró la interpretación de clásicos del grupo como “Milonga de los cincuenta”, “Soñé con vos” o “Sabias palabras”.

El carácter de Ferrari, el nivel de la banda, los juegos de luces y el sentido íntimo y cómplice que fue cobrando el concierto, con la única pretensión de dejarse llevar y disfrutar de la música, sin duda hicieron corta la hora y media de recital, que se despediría con la archiconocida “Cambalache” de Julio Sosa a modo de propina, si bien de letra tristemente vigente, en la voz de Marcela fue todo un oasis de emotividad y sentimiento.

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