Steve Nash se convirtió en el principal reclamo desde que el viernes puso un pie en la isla. El exjugador de Suns, Mavericks o Lakers en la NBA es la cabeza más reconocible del trío de propietarios americanos que hizo con el Mallorca en enero. Por si su pasado en la NBA no fuera suficiente reclamo, el canadiense, de 42 años, hizo méritos para situarse en el foco de interés. Participó en un entrenamiento de los hombres de Fernando Vázquez y aprovechó el viaje para pedirle matrimonio a su novia, Lilla Frederick; diecisiete años más joven que él. "She said yes" (ella dijo que sí), escribió Nash en su Instagram en un texto que acompañaba la foto con el anillo de pedida.

En Mallorca todo fue festivo hasta la disputa del partido. El Oviedo relegado a un papel residual, al de invitado a la fiesta de los 100 años de existencia del Mallorca. Pocos se refirieron a los azules en las horas previas. Tampoco hubo mucha referencia por parte de Fernando Vázquez, técnico local. "Espero que los jugadores estén al nivel de la fiesta", advirtió el exentrenador azul en las horas previas.

Las celebraciones se instalaron cerca del Iberostar Estadio desde primera hora de la tarde. En torno a las 14.30 se celebró una multitudinaria paella con 1.500 seguidores mallorquines y el trío de propietarios: Sarver, Cohlberg y Nash. Sarver, la cabeza del proyecto estuvo sirviendo paella a los socios bermellones presentes.

A las cuatro de la tarde se descubrió la estatua conmemorativa de los 100 años de vida y un cuarto de hora más tarde se recibió al equipo a su llegada al estadio. El grupo Valnou puso la música una hora antes de que empezara el choque. Para entonces, los seguidores mallorquinistas ya se habían mezclado con los oviedistas presentes en el campo, unos 200.

Porque la isla también tiene su lado oviedista. Miguel Crespo inició en 2014 los movimientos para formar la peña azul Mallorca, que durante el fin de semana vivió su festejo más importante desde su nacimiento. Ya el viernes los peñistas empezaron a disfrutar del partido con un primer acto que tuvo como lugar de encuentro el bar Charlotte, con representación institucional. Hasta allí se desplazaron el presidente del Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, y el responsable de relaciones institucionales, César Martín, que recibieron los carnets como miembros de la peña con los números 55 y 56.

Los actos continuaron ayer con la celebración de una espicha en el bar Copas Rotas. Hasta allí se desplazaron más de un centenar de seguidores oviedistas. A los residentes en Mallorca se unieron asturianos que se desplazaron para asistir el choque. Hubo representantes de las peñas de Madrid, Barcelona, Olivares, Garra Azul, Naranco y Castrillón.

Dentro del estadio se vivió el mejor ambiente en lo que va de temporada. A pesar de tener el club algo más de 11.000 abonados, el Iberostar no había logrado sin embargo alcanzar los 10.000 asistentes esta campaña. La política de precios (entradas a un euro) y lo especial de la fecha hizo que se estableciera un nuevo récord: 14.469 seguidores.