La importancia que tiene Toché en este Oviedo es bastante evidente. Es su referente goleador y alguien al que es complicado sustituir. Tanto es así que, a pesar de haberse perdido dos entrenamientos esta semana y de haber entrenado ayer al margen de sus compañeros por unas molestias físicas, viajará hoy con el resto de la plantilla a Madrid y, si los médicos dan permiso para ello, jugará mañana (18 horas) frente al Alcorcón. Así lo reconocía Anquela en su rueda de prensa semanal: "Veremos a ver si llega para el domingo y si no llega pues? Hoy (por ayer) ha estado entrenando al margen y esperamos poder contar con él, va a viajar con el equipo y luego ya preguntaremos; nos quedan dos días a ver si tenemos la suerte de que se nos recupere", dijo.

Los dos principales candidatos para sustituir al delantero murciano son Owusu y Linares. Dos jugadores muy diferentes y que pueden aportar cosas distintas al Oviedo: "Owusu lo que puede dar es velocidad y con Linares el trabajo está garantizado, luego que esté acertado o no esté acertado a mí me trae sin cuidado. Hombre, me gustaría que estuviera acertado por lo bien que nos vendría a todos, pero lo que me interesa es que siga trabajando como lo hace".

Anquela reconocía que el partido ante el Alcorcón es especial para él. Lo decía justo la jornada en la que se cumplían ocho años desde que el cuadro alfarero sorprendió a todo el mundo goleando (4-0) en la Copa del Rey a todo un Madrid. Un éxito que confirmarían en el partido de vuelta logrando la clasificación para la siguiente ronda: "Mi vida está ligada al Alcorcón. Hoy (por ayer) es una fecha que está marcada con letras de oro en la historia de ese equipo y yo tuve la fortuna de participar en ella".

El Oviedo consiguió la pasada jornada una victoria (2-0) ante el Córdoba que era crucial después de encadenar cinco partidos sin ganar. El técnico andaluz espera ahora encauzar el camino, aunque advierte de que nada es sencillo en Segunda División y hasta tira del refranero para advertir de que "no se pueden pedir peras al olmo". "El fútbol es muy complicado, son muchas cabezas las que hay que sincronizar en la misma frecuencia y a veces no es fácil. Nosotros (el cuerpo técnico) somos muy cansinos y vamos a seguir trabajando con la idea de construir un Oviedo que sea capaz de competir en cualquier campo y de jugar bien", explica el entrenador azul.

Una de las cosas en las que más insiste Anquela es en la concentración. Es consciente de que unos segundos de despiste pueden echar al traste el trabajo de toda una semana: "Les digo a mis chavales que en un partido de fútbol tienes que estar noventa y tantos minutos concentrado y tener la suerte necesaria. Con un segundo que estés fuera has perdido. Es que no hay más. Hay que hacer muchas cosas para ganarlo y se pierde con muy poquito".

Feliz en el Oviedo

El secretario técnico del Oviedo, Ángel Martín González, tuvo palabras de elogio hacia Anquela en una entrevista en la Cope Asturias. Preguntado sobre ello, Anquela dijo que "es muy difícil defenderse de un elogio" y aseguró que es él quien ha de estar agradecido: "Ahora mismo moriría por el Oviedo. Yo matar no mato por nadie, pero morir sí muero por estos colores. Para mí esto es un lujo, estar viendo aquí campos de fútbol por todos lados para entrenar, un club serio, ordenado, una afición de maravilla; estoy en el sitio que quiero estar, el que he soñado mucho tiempo". Eso sí, advierte de que la única forma de que funcione este equipo es compitiendo siempre: "Podemos competir ante cualquiera pero tiene que ser todos y de verdad; desde el primer minuto y hasta que pite el árbitro".

También descartó al canterano Edu Cortina, que está recuperándose de una lesión: "Todavía no está, hay que esperar un poco". De él dijo que es "un futbolista que me gusta".