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Un encuentro con huella

Ni el "Superdépor"

El Oviedo, intratable como local, ganó a los coruñeses contra pronóstico en 1994

Armando, a la izquierda, junto con Kostadinov, que fue expulsado.

Fue uno de los mejores Oviedos que se recuerdan. Sabor noventero y el viejo Tartiere vibrando. Antic, jefe total, y los Jerkan, Rivas, Jokanovic o Carlos como estandartes de un equipo de autor. Era la temporada 1994-1995, cuando el Oviedo plantaba cara a los grandes, el Tartiere era un fortín e incluso el aclamado "Superdépor" -recientemente reportajeado por el programa "Informe Robinson"- sucumbía contra los azules. Mucho ha cambiado el panorama de dos equipos, Oviedo y Dépor, que se enfrentan hoy en el Tartiere (18.00 horas) respecto a lo sucedido el 19 de noviembre de 1994.

El Oviedo recibió a un Dépor que marchaba líder de Primera y se fue con la primera derrota tras nueve meses invicto. La crónica del encuentro de LA NUEVA ESPAÑA, firmada por José Luis López del Valle, tildó el partido como una "noche mágica" para el oviedismo. Y eso que empezó con una cierta desilusión ambiental tras las bajas de última hora de dos de las figuras de ambos equipos. No jugaban ni Prosinecki ni Bebeto, pero ahí estaba Jokanovic, que dominó el centro del campo azul como quiso. "El mejor, jugó más adelantado que otras veces y fue el dueño del encuentro, especialmente en el primer tiempo", indica su puntuación individual.

Un total de 16.153 espectadores vieron esa noche caer al Dépor en la temporada posterior al famoso penalti fallado por Djukic contra el Valencia que impidió al club gallego levantar la Liga esa temporada.

La superioridad quedó descrita como incontestable, pero el triunfo lo provocaron dos estandartes defensivos. Cristóbal -técnico del Alcorcón, también dirigió al Dépor recientemente- metió el primer gol del encuentro a los dos minutos, tras un derechazo en un rechace de un córner. Acumuló varias ocasiones el Oviedo y el "Superdépor" solo tiró a puerta una vez, gracias a un disparo de Fran, uno de las figuras de los gallegos, entrenados por el coruñés Arsenio Iglesias, que fue jugador carbayón en los años sesenta.

Sentenció el encuentro para los azules Rivas en el 89, en un potente lanzamiento de falta. El Oviedo, curiosamente, no hizo ninguna sustitución en todo el partido. La 1994-1995 fue una brillante campaña para el Dépor, que finalizó segundo en Liga en una competición que ganó el Real Madrid. Los gallegos, tras el chasco de la campaña anterior, levantaron la Copa del Rey en 1995. El Oviedo finalizó esa campaña noveno y solo perdió dos encuentros en casa.

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