La baja asistencia que registró el Oviedo ante el Granada sorprendió a gran parte de la afición azul. Con los ánimos renovados tras la victoria en Almería y cambio de entrenador incluido se esperaba un gran ambiente en el Tartiere para recibir al Granada. La cifra de espectadores se quedó en 12.770 aficionados, menos incluso que en el partido ante el Córdoba y por debajo de la media habitual de los últimos años, que se sitúa en los 14.000 espectadores.
Los factores que explican las bajas cifras de asistencia van desde la situación deportiva -cuarta temporada en Segunda División quedándose al final a las puertas de play-off- pasando por los accesos al campo y los horarios de los partidos. "El domingo nos sorprendió la asistencia y nos esperábamos más gente. Hay aficionados que puede que no se fíen de meterse en el play-off por lo que pasó los últimos años. Jugar una promoción, aunque no se ascendiese, sería positivo para las temporadas que vienen", explica Javier Pérez, presidente de la Asociación de Peñas Azules. La situación deportiva, pues, parece ser el primer factor de la desafección de la afición -más de 6.000 socios no acuden al campo pese a pagar el abono.
Otras claves explican también la baja asistencia -que pese a todo sigue siendo una de las más altas de la categoría-. Otro factor clave son los accesos al campo, sobre todo para los socios más mayores. El club celebró recientemente la cita anual en la que premia a los abonados más antiguos y muchos de ellos comentaban que ya no iban al Tartiere por ese motivo. "Hay muchos peñistas que nos recalcan que si no hubiese linea azul -el autobús que deja a los aficionados en el parking del estadio- no acudirían al campo", explica Pérez.
Los horarios de los partidos serían el último escollo que baja la asistencia. El reto del oviedismo para los dos partidos que quedan es intentar darle un empujón más al Oviedo en casa. La entidad superó esta campaña otra vez la cifra de 20.000 socios y al termino de la anterior campaña logró su récord histórico de abonados en la historia del Oviedo. El futuro pasa por enganchar a los abonados que se quedan en casa.
