La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La lupa

En el nombre del padre

Adrián González, hijo de Míchel, mítico jugador del Madrid, capitanea a los 30 años a un Málaga del que es el máximo artillero

Adrián González, con Fede Valverde, en el Deportivo, la temporada pasada. EFE

La influencia paterna marca su carrera. Parece algo evidente cuando uno tiene por padre a un mito del Real Madrid. Pero, a sus 30 años, Adrián González, centrocampista del Málaga que mañana tratará de frenar al Oviedo de Egea, puede presumir de una amplia carrera deportiva en la que, sin evitar en todo momento la incómoda comparación, le ha llevado a un puñado de equipos del fútbol profesional.

El sueño pendiente de Adrián quedará sin cumplir: jugar en el primer equipo blanco. El objetivo que se marcó en sus primeros pasos en la cantera blanca, cuando citaba a Xabi Alonso, Kaká y Raúl como referentes. Despuntó en La Fábrica y en las categorías inferiores de la selección hasta llegar a un Castilla que rebosaba talento. En la 2006-07 compartió equipo con los Mata, Granero, De la Red, Borja Valero, Negredo o Miguel Torres. Al frente del filial blanco, Míchel. Una constante que se ha dado hasta tres veces en su carrera y de la que le ha sido imposible desligarse.

Como en su etapa en el Getafe, club en el que militó entre 2008 y 2010. Tras su segunda temporada, el club azulón prescindió de sus servicios y Míchel culpó al presidente Ángel Torres de pagar con el hijo la mala relación entre ambos. El último encuentro familiar se dio en Málaga, precisamente, la pasada campaña. La destitución del entrenador y el posterior descenso del conjunto andaluz hizo que muchas críticas se centraran en el centrocampista. "Muchas veces se me juzga por mi parentesco antes que por mi fútbol", se lamentó en alguna entrevista. Cuando las cosas iban mejor, el futbolista reveló con gracia algunas interioridades de vestuario: "No quiere que le llamemos míster, prefiere Míchel. Pero yo le hablo cerca para evitar el cachondeo".

Getafe y Málaga fueron dos paradas más en una dilatada trayectoria entre Primera y Segunda: Castilla, Celta, Nàstic, Getafe, Racing, Rayo Vallecano, Elche, Eibar y, desde la pasada temporada, Málaga. Sus oportunidades en la élite no le han permitido, sin embargo, gozar de la continuidad que desearía cualquier futbolista. En sus 13 temporadas como profesional, esta es la segunda en la que logra superar los 30 encuentros como titular en la Liga. Con 2.915 minutos en sus botas esta campaña, si completa el choque ante el Oviedo será la primera vez que supere los 3.000 minutos. Un dato que llega en plena madurez futbolística: a sus 30 años y con la responsabilidad de ejercer como uno de los capitanes del Málaga.

Aficionado al cine y a Cuarto Milenio (programa que analiza los fenómenos paranormales), Adrián avanza en su carrera tratando de desligarse de las referencias familiares. Ahora persigue el objetivo de regresar a la máxima categoría. Será uno de los obstáculos del Oviedo en su decisivo duelo de La Rosaleda: con 8 goles en su cuenta es, junto a Gustavo Blanco Leschuk, el máximo realizador del conjunto malacitano.

Compartir el artículo

stats