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Un Oviedo en reformas

Además de Lunin y Luismi, los azules pretenden la llegada de otro par de refuerzos para la defensa y la delantera - La salida de Joselu y la obtención de nuevas fuentes de ingresos, claves para facilitar las cuatro llegadas deseadas

Un Oviedo en reformas

Más que cuadrar números, se trata de resolver el rompecabezas. Hay que encajar todas las piezas para que el asunto funcione. A Francesc Arnau, el primer examen como director deportivo del Oviedo le cae con obstáculos por el camino. Con el tope salarial agotado, los azules deben lograr liberar salarios o encontrar nuevas vías de financiación si quieren darle la vuelta de tuerca a la plantilla que demanda desde el inicio de competición. Se trata de una reforma integral que podría afectar a todas las líneas y que tiene su primer paso en los acuerdos con Luismi y Lunin. En la hoja de ruta de la dirección deportiva, un escenario soñado con cuatro incorporaciones y, al menos, tres salidas.

La llegada de un pivote y un guardameta están cerradas desde hace días. Con Luismi el asunto ha sido sencillo. El jugador necesitaba minutos, convencía a Arnau y el Valladolid ve con buenos ojos que busque protagonismo en otros lares. Por eso, el acuerdo ha sido sencillo.

Con Lunin sí se encontró, de primeras, más resistencia por parte del Valladolid. Suplente de Masip, el club pucelano consideraba, sin embargo, que el ucraniano podía aportar en lo que resta de temporada. Pero el deseo del futbolista y del Madrid ha sido decisivo para que su futuro pinte de azul. A sus 20 años, el guardameta necesita los minutos que el Oviedo sí le promete. El penúltimo paso para su llegada se concretó ayer. El Valladolid hizo oficial que recupera a Caro, portero cedido a la Ponferradina, de forma inmediata, síntoma de que da a Lunin, que el sábado fue titular en la Copa del Rey, por perdido.

El propio Sergio González, técnico pucelano, fue claro tras la eliminatoria copera: "Sabemos que Lunin está buscando un equipo que le garantice más minutos. Queremos que se quede, pero tenemos que responder a la posibilidad de que se vaya".

Rozada espera contar con los dos futbolistas esta semana. Si las cosas fueran rodadas, incluso podría tener a su disposición a los dos fichajes para el duelo de los azules en Almería (jueves, 21.00 horas). Para lograrlo, el Oviedo tiene que desbloquear primero la situación.

Y para hacerlo tiene dos opciones. Liberar salarios de la plantilla o encontrar otra vía de financiación, como un nuevo patrocinio. La salida de Johannesson (al que el Oviedo aún debe abonar un 25% del sueldo que le quedaba por cobrar en el club azulesta campaña) responde a la primera estrategia. La operación más importante en este sentido es la que tiene que ver con Joselu. El delantero no entra en los planes de Rozada y el club le comunicó hace semanas que lo mejor para todas las partes es que se buscara otro destino.

El Tenerife aparece ahora como clave para desatascar la situación. El onubense tiene una de las fichas más importantes de la plantilla azul, y el contrato se extiende hasta junio de 2022. La salida más factible es la que le ha presentado el Tenerife, por la que jugaría en el conjunto insular a préstamo hasta final de campaña y al final de la misma, con una opción de compra obligatoria. Los caminos de Oviedo y Joselu se verían separados y el tope salarial tendría un respiro.

Solo si se logran las dos operaciones en marcha (la salida de Joselu y las negociaciones con la Liga para ampliar el tope salarial) se entraría en el escenario soñado por la dirección deportiva para reformar la plantilla en todas las líneas. Pero además podrían unirse más salidas. Omar Ramos es otro de los futbolistas a los que se les ha indicado que lo mejor es su marcha. Pero el canario parece dispuesto a arriesgar y quedarse en el Oviedo. Está convencido de cambiar la opinión de Rozada y de que puede aportar cosas en lo que resta de campeonato.

También parece clara la salida de Alfonso Herrero, con contrato hasta el 30 de junio. El meta ya conoce las intenciones del club: la llegada de Lunin le sitúa en una posición complicada. Suplente de Champagne desde la jornada 4.ª, el fichaje del ucraniano le dejaría, previsiblemente, incluso fuera de las convocatorias.

Las salidas están señaladas. El problema radica en concretarlas en un mercado en el que no se han visto demasiado movimientos, con muchos equipos con problemas respecto al tope salarial. En cuanto a las llegadas, el plan del Oviedo es contar cuanto antes con Lunin y Luismi y tratar de cerrar otro par de refuerzos, de manera que concretaría un fichaje en cada línea, siempre que el mercado le ofrezca esa posibilidad.

El central es una de las necesidades del equipo desde el inicio, acentuada desde la ubicación de Christian como lateral. Rozada solo dispone de Arribas, Carlos Hernández y Javi Fernández, por lo que contar con un cuarto zaguero parece clave para la tranquilidad en la segunda parte de la competición. En cuanto al delantero depende de los movimientos de salida. Si Joselu se va, el club parece dispuesto a incorporar un hombre de ataque. Será el mercado el que diga el perfil que se pone a tiro: si se trata de un futbolista de área u otro con unas condiciones que se ajusten a otras posiciones de ataque, como el extremo.

El Oviedo de la segunda vuelta, el que luchará por el trascendental objetivo de la permanencia, está diseñado desde los despachos y solo falta que las operaciones lleguen a buen puerto. Rozada deseaba un cambio profundo y la dirección deportiva, en consonancia con ese criterio, trabaja a destajo para cumplir con el entrenador. La nueva versión azul sufre las reformas a marchas forzadas.

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