La plantilla del Oviedo de la temporada actual, la 2019-2020, ha convivido en solo siete meses con dos directores generales (Joaquín del Olmo y Federico González), dos directores deportivos (Michu y Arnau) y tres entrenadores (Egea, Rozada y, desde el martes, "Cuco" Ziganda). "De ese tema (lo extradeportivo) no vamos a hablar, desde que empezasteis a preguntar por cosas así el equipo está yendo a pique. No estoy diciendo que no sea nuestra responsabilidad, pero nosotros podemos hablar de fútbol". Son palabras de Saúl Berjón, capitán del Oviedo, ayer tras el entrenamiento (la primera comparecencia de un futbolista tras el despido de Rozada), que resume el sentir de una buena parte del vestuario azul.
Los futbolistas se llevaron un duro golpe por la derrota ante el Alcorcón y el cese posterior de Javi Rozada, que contaba con el apoyo de la mayoría de la plantilla. Para alguno -y sobre todo para los más jóvenes- la temporada está siendo durísima en lo emocional y la ansiedad crece a cada jornada que el equipo sigue en descenso.
Por eso, en el vestuario hay una consigna clara impulsada por los más veteranos: centrarse en el fútbol. Solo cuenta el balón y salir del descenso. De ahí las palabras del capitán ayer, que hizo de portavoz de una plantilla con el ánimo tocado que se debe amoldar cuanto antes al estilo del nuevo entrenador. Porque el ruido exterior -pese a la ovación que los futbolistas se llevaron tras la derrota ante el Alcorcón- ha afectado. De ahí que Berjón, antes de empezar el turno de preguntas, sorprendiese con una intervención calculada destinada a zanjar rumores procedentes de las redes sociales desde la marcha de Rozada. Algunos de ellos, que han corrido como la pólvora de móvil en móvil, señalan una supuesta pelea de Rozada con algunos jugadores en su último entrenamiento. Un supuesto altercado que niegan todas las partes. "Estoy cansado de bulos y como capitán no voy a permitirlo. Esto no hace más que hacer daño y más cuando son bulos y mentiras. Podéis hablar con Javi (Rozada). Esto no puede ser, el que quiera hacer daño sabe dónde me puede encontrar y decírmelo a la cara. Hay que zanjarlo, tenemos que estar juntos y unidos. Esto no quiere decir que no seamos responsables", dijo Berjón, con un semblante muy serio, sin admitir más preguntas sobre ese tema concreto.
Berjón valoró la marcha de Rozada, con el que tenía una relación muy estrecha desde que el técnico llegó al primer equipo el pasado septiembre. "Sorprende (su cese), como jugadores estamos aquí para jugar, no para nada más. No contábamos con ello, pero estamos para jugar y no para decidir. Al final es el club el que asume la responsabilidad de poner a uno u otro, nosotros a jugar", incidió Berjón. "Nos enteramos como todo el mundo. Es verdad que estábamos con él, pero como con todos. Vamos a muerte con todos los entrenadores, y que Javi se haya ido es un fastidio. Es de aquí, yo lo conocía de fuera, me parece un gran entrenador y de la casa. Esto es fútbol y pasan cosas así por desgracia", recalcó el capitán.
El extremo espera que el recambio en el banquillo sea un impulso: "Con un entrenador nuevo todo el mundo aprieta más, todos se ven con más posibilidades de jugar. El nivel aumenta. Es triste, pero es la realidad. El fútbol es así. Esperemos que el cambio sirva para mejorar y consigamos el objetivo, eso es lo único que importa".
