Oviedo, Xuan FERNÁNDEZ
Hace poco más de un año -parecía un verano más- el Oviedo 2019-2020 echó a andar en El Requexón con el objetivo de luchar por ascender a Primera en el quinto año consecutivo del club en la categoría de plata tras la vuelta de las catacumbas, un curso marcado en rojo por la propiedad. Esta noche, otra vez en verano, tras lo peor de una pandemia y un confinamiento, con el Tartiere vacío y el oviedismo con mascarilla y guardando distancia de seguridad, el equipo azul tiene a tiro de piedra dejar atrás una temporada para olvidar en cuanto a resultados (19 jornadas en descenso) y en la que los vaivenes institucionales (tres entrenadores, dos directores deportivos y dos directores generales) han sido la tónica general.
El Oviedo del Cuco Zigand recibe esta noche al descendido Racing en el estadio azul (21.00 horas, Movistar LaLiga) buscando una victoria que le dé la permanencia matemática a falta de visitar al Elche. Esa es la mejor noticia para el Oviedo tras once meses caminando por el filo: depende de sí mismo para enfilar unas "tranquilas" vacaciones antes de la remodelación de Arnau. La cuenta para el Oviedo es sencilla: si ganan, se salvan. Aunque incluso puede darse la circunstancia de que en caso de empate la permanencia sea también matemática si se producen dos de los siguientes casos: que el Lugo y el Albacete no ganen (juegan contra el Tenerife y el Zaragoza, respectivamente) y que el Numancia, que visita al Huesca, pierda. Si el Oviedo cayera ante el Racing también podría salvarse en caso de derrota del Lugo, siempre y cuando el Albacete no gane.
Ziganda volverá a hacer algún retoque en la alineación de esta noche. Ortuño, hombre gol del equipo con 15 tantos, reserva en la Romareda, volverá a la delantera titular como pareja de Obeng, que se mantendrá en el once por segunda vez consecutiva tras abrir la lata ante el Zaragoza. Bárcenas, Borja y Berjón se disputarán un hueco en el extremo izquierdo y en la defensa, salvo sorpresa, regresará Mossa, al lateral izquierdo.
