Francesc Arnau juega con los tiempos mientras algunos movimientos se cierran. Es un mercado a cámara lenta. Y en el encaje de bolillos, liberar espacio salarial se convierte en la meta más golosa. De ahí las ofertas para renovar a la baja a Berjón y Christian. De ahí que solo se haya cerrado un fichaje hasta ahora, el de Joan Femenías. Y de ahí que el catalán haya llamado a la puerta de los futbolistas de contrato para proponerles una modificación de los acuerdos. Se trata, como informó ayer LA NUEVA ESPAÑA, de reducir el salario esta campaña (en torno al 25% en la mayoría de los casos) y que el futbolista logre otros beneficios: en algunos supuestos con ampliación de sus contratos. Mossa ha sido el primero en adaptarse al nuevo escenario.
Relacionadas
Cada caso tiene sus peculiaridades, como se ha visto con el ejemplo de Mossa. El lateral ya ha firmado la modificación de su contrato, que le supondrá percibir un 25% menos de lo que estaba estipulado en la próxima temporada. Una cantidad que, en un contexto de ajustes en la categoría, permitirá al Oviedo aumentar la inversión en nuevos futbolistas. La renovación del acuerdo no supone una extensión de la vinculación entre club y jugador. Mossa tiene contrato hasta el 30 de junio de 2021 pero cuenta con una cláusula por la que renovaría otro año más en función de jugar un determinado número de partidos. El 25% que cede ahora puede ser recuperable en función de objetivos o escenarios que se pueden dar. El acuerdo surge tras un acercamiento que se inició hace semanas en el que los agentes del futbolista preguntan al club por su situación. En ese encuentro, el representante de Mossa expuso al club que si no se contaba con sus servicios liberaría su salario, pero la respuesta de la entidad es que es un futbolista válido para el proyecto. Que Ziganda cuenta con él. El acuerdo para disminuir el 25% del salario es rápido. Mossa se convierte en el primer futbolista que se adapta al nuevo fútbol post-covid.
La operación con Mossa se traslada ahora a los agentes de otros futbolistas, en lo que desde el club se denomina como el "núcleo duro". Cada jugador tiene sus peculiaridades contractuales, pero el objetivo es el mismo: ahorrarse en torno al 25% de algunas de las fichas. Las operaciones siguen diferentes ritmos. Con Tejera, por ejemplo, el acuerdo está cercano. Con Sangalli, solo ha habido una aproximación: apenas se ha empezado a tratar con su agencia.
En el club son optimistas con una reestructuración que permitiría a los azules ganar poder adquisitivo en un mercado en horas bajas. La dirección deportiva se ha encontrado con la buena predisposición de los futbolistas, aunque después toca negociar cada detalle. En el club se cree, además, que manteniendo el mismo tope salarial que el año pasado, 8 millones, se ocuparía una posición más alta en el escalafón de Segunda: este curso, solo era el equipo con el 11.º techo de gasto.
El Oviedo cuenta con algunos factores a favor en el presente mercado. Por ejemplo, la pérdida de fuerza de compradores, en comparación con otras campañas, es un detalle imperceptible para los azules. El convenio de acreedores y la falta de materia prima ha hecho que en los últimos años el Oviedo no haya vendido futbolistas. Otros clubes de la categoría se han apoyado en cursos recientes en la exportación de jugadores para ampliar sus topes. El caso más cercano es el del Sporting. La crisis global que también afecta al fútbol hace que los traspasos vayan a descender de forma drástica.
Y el Oviedo mantiene algunos puntos de apoyo inalterables. El sustento de Carso es el más claro. En plena pandemia y con los equipos acogiéndose a los ERTE o a reducciones de sueldo, el club azul anunció una ampliación de capital (Carso suscribió 2 millones) para paliar los efectos económicos negativos. Esa operación tendrá efectos en el tope. Las dos últimas ampliaciones de capital harán que el Oviedo eleve en 2,2 millones de euros su techo de gasto para esta temporada.
La publicidad, con la firma del acuerdo con NMR, es otro punto fuerte que el club quiere explotar para tratar de acercarse a los 8 millones de tope salarial, el que dispuso en la actual temporada. Los efectos de las ampliaciones y los ingresos adicionales por nuevos acuerdos publicitarios permitirán al club paliar, en parte, los efectos del covid. La Liga ha dado orden a los equipos de solo valorar en el 65% los ingresos de la temporada que viene por abonos y taquillas