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Las causas del mal momento del Oviedo: un marzo de mínimos y un solo gol de jugada en cuatro partidos

El equipo del Cuco, con problemas para comandar los partidos, solo ha metido un gol de jugada en los últimos cuatro encuentros

Los jugadores del Oviedo reclaman un córner al árbitro en la última jugada del partido ante la Ponferradina. | Irma Collín

Quizás Arnau y Ziganda hayan tenido diferencias respecto la planificación de la plantilla. He ahí los fichajes de ida y vuelta de verano y ahora el difícil encaje de Borja Valle, única incorporación invernal. Sin embargo, director deportivo y entrenador del Oviedo sí estuvieron completamente de acuerdo sobre el objetivo del equipo cuando en el vestuario sonaban tambores de play-off.

Ziganda, 26 de febrero. “Quedan muchos partidos, tenemos que ir domingo a domingo, y en abril veremos por lo que vamos a pelear”. Arnau, 2 de febrero. “Nuestro objetivo hay que demostrarlo en marzo. Me gusta trabajar sin techo e ir partido a partido”. Al Oviedo le resta un partido para finiquitar marzo, el de mañana ante el Alcorcón de Anquela (19.00 horas), pero los encuentros de este mes han sido los que han terminado chafando las aspiraciones azules.

El club y la plantilla ceñían sus esperanzas en el tercer mes del curso y el balance es como mínimo preocupante: tres puntos de doce. Ampliando el foco, solo una victoria en los últimos seis partidos. Tampoco las sensaciones acompañan, como sucedía en el inicio de Liga. Cierto que al Oviedo le tocó el Tourmalet –Espanyol, Leganés y Mallorca–, pero el equipo azul tampoco ha podido responder contra equipos de su nivel económico.

El empate ante la Ponferradina (1-1) ha instaurado al club en estado de reflexión y análisis. La entidad no encuentra las razones de la irregular temporada. El año pasado a estas alturas, con el Oviedo coqueteando peligrosamente con el descenso, se apuntaba claramente a una mala planificación veraniega que hubo que arreglar en enero. Ahora, las causas fluyen por varios frentes. Fichajes que no han funcionado, el mal momento de varios futbolistas clave y también un cierto déficit en la gestión del Cuco a partir de 2021. Esos son los mensajes que salen desde el club a falta de 11 partidos para acabar la Liga. Se piensa –ya se pensaba antes del empate– en acabar el año sin sufrir por abajo y acelerar la planificación que ya está en marcha. Ni se quiere oír ya hablar de un play-off que no ha estado a tiro en siete meses: el Oviedo no ha sido capaz de pasar el 11.º puesto.

Al equipo azul le toca amarrar una permanencia que todavía no está cerrada, aunque se guarda un colchón suficiente con el descenso: siete puntos. Para ello, el Cuco deberá trabajar casi todas las líneas del Oviedo. Especialmente el ataque, porque el déficit ofensivo en marzo ha sido una losa. Lo dicen varios datos recientes que explican los problemas del equipo.

En los últimos cuatro partidos, los azules apenas han creado ocasiones de gol, marcado un total de tres goles. De hecho, en un mes solo han logrado un tanto tras una jugada elaborada. Fue el de Nahuel ante el Espanyol en el empate en Cornellá (1-1). El resto –dos– han sido gracias al balón parado y de penalti: Tejera desde los once metros frente al Leganés y Edgar tras rematar ante la Ponferradina un balón bombeado en el saque de una falta lejana. La lectura es clara: el Oviedo tiene un problema evidente para elaborar jugadas. El propio Ziganda lo dijo tras el partido ante la Ponferradina: “En casa nos cuesta bastante, igual porque tenemos que llevar la iniciativa”. La parte positiva para los azules es que tienen por delante dos partidos fuera de casa, Alcorcón y Castellón. Lejos del Tartiere, allí donde no está obligado a comandar los partidos, es donde el Oviedo ha estado más cómodo. Las victorias en Zaragoza o Las Palmas suponen dos ejemplos claros.

Al margen de los problemas para crear fútbol, los azules también carecen de remate. Los partidos, según traslada el cuerpo técnico a los jugadores, acaban con numerosos centros laterales que no tienen remate. En ello tiene que ver la mala forma de Leschuk, que no marca desde diciembre, aunque tampoco ha tenido ocasiones: el Oviedo no las crea.

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