Desolación en el Oviedo por la muerte de Arnau a los 46 años

Arnau deja mujer y dos hijos varones de 17 y 18 años y un inmenso pesar en el club azul, en estado de shock por la inesperada pérdida prematura del exfutbolista catalán. Fue el Oviedo el que comunicó la muerte de Arnau en un mensaje público a las 9.57 horas de la mañana. “Ha fallecido nuestro director deportivo, Francesc Arnau Grabalosa. Lamentamos profundamente su pérdida y acompañamos a su familia en estos duros momentos”, explicó el Oviedo.

Efectivos de la Policía Nacional, Judicial y Científica, bomberos y el forense retiraron el cadáver alrededor de las dos de la mañana y muchos miembros del club fueron alertados de madrugada del fallecimiento. La entidad paralizó toda la actividad tras lo sucedido y el partido ante el Mirandés que debería disputarse mañana finalmente se jugará el lunes a las 18.30 horas. Es la penúltima jornada de Liga para los azules, que no se juegan nada. La comparecencia de Ziganda prevista para mañana se canceló.

La entidad también intentó aplazar el encuentro del Vetusta en Pasarón ante el Pontevedra, pero se topó con la negativa de la Federación Española de Fútbol y el partido se jugará mañana a las 12.00 horas.

La muerte de Arnau conmocionó al mundo del fútbol y ha dejado al Oviedo desolado por lo inesperado de la noticia. El catalán llevaba las riendas de la dirección deportiva desde diciembre de 2019, tenía contrato en vigor por un curso más y en la actualidad estaba inmerso en la planificación de la temporada siguiente. El día de su muerte estuvo trabajando en asuntos del club desde primera hora en El Requexón.

Tuvo una larga charla con los jugadores del Vetusta y después se reunió con los consejeros, con el director general Federico González y con el gerente David Mata en el interior de las oficinas. El ambiente de la reunión fue de normalidad total con varios asuntos a tratar, entre ellos la renovación del entrenador. A lo largo de la tarde, Arnau recibió varias llamadas relacionadas con el Oviedo y atendió mensajes.

Poco antes del trágico suceso despachó con un representante por teléfono. Arnau vivía en el centro de la ciudad desde su llegada a Oviedo y no hacía excesiva vida social en la capital, centrado en su trabajo. “Casa, Tartiere y El Requexón”, solía repetir el catalán cuando hablaba de su día a día en Asturias. Conversador, educado y obseso del fútbol, en las últimas semanas los que trataban día a día con Arnau lo notaban algo alicaído, aunque tampoco le dieron excesiva importancia.

En el club azul trataban de mantener la entereza tras el mazazo y se volcaron en arropar a la familia de Arnau. El funeral de Arnau tendrá lugar el lunes a las 13.00 horas en Les Planes d’Hostoles (Girona). “Descansa en paz, ‘Cesc’. Dejas un vacío enorme en tu familia y amigos. Has sido una persona honesta y trabajadora. Te echaremos de menos. Un abrazo muy grande a Pepa, Marc y Pol. Nunca olvidaré tu apoyo y preocupación con mi enfermedad”, escribió el presidente del Oviedo, Jorge Menéndez Vallina.

La persona más próxima a Arnau en el Oviedo era David Comamala, secretario técnico. Catalán como su jefe, Comamala era la mano derecha del director deportivo. Ambos pasaban juntos horas y horas organizando la dirección deportiva. “Gracias por todo y más, siempre en el corazón. Que la tierra te sea leve, amigo”, dijo el secretario técnico. Numerosos futbolistas de la primera plantilla y de las categorías inferiores también quisieron mandar un mensaje de apoyo a su familia. “Hoy es un día muy triste. Mucha fuerza a la familia y amigos de Francesc Arnau. Él confió en mí y me regaló la oportunidad de vestir esta camiseta y le estaré eternamente agradecido. Te echaremos mucho de menos. Descansa en paz. Corazón azul”, escribió el delantero Rodri.

“Hoy es un día muy triste para todos nosotros. Gracias por tu confianza y todo lo que nos has dado, Francesc. Mucha fuerza a toda la familia y amigos. Te vamos a echar de menos. Corazón azul. Descansa en paz”, lamentó Femenías.

Arnau llegó al Oviedo en diciembre de 2019, nombrado por Arturo Elías tras la recomendación directa de Carles Puyol, su gran amigo en el Barcelona. El catalán asumió la dirección deportiva de un equipo necesitado de fichajes y que luchaba por evitar el descenso. Su aportación y su liderazgo en ese mercado de invierno fueron claves para la salvación azul gracias a fichajes como Luismi y Lunin. En febrero tomó la decisión de despedir a Javi Rozada y apostó por Ziganda.

Sus decisiones de esa temporada le hicieron gozar de un amplio respaldo entre la afición del Oviedo. Arnau ocupó la dirección deportiva del Málaga antes de llegar al Oviedo. En el club andaluz lo fue todo. Allí estuvo diez temporadas de jugador antes de pasar a los despachos. Antes jugó en el Barcelona, el club en el que se formó. Defendió la portería de la primera plantilla del Barça durante tres temporadas.