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Confianza limitada en el Cuco: así está la situación del Oviedo

El entrenador carbayón pasa por su peor momento en el club y en la entidad confían en una reacción en los dos próximos partidos

Por la izquierda, Ziganda, Segura, Alberto Martínez, Bingen Arostegi y Federico González, ayer en El Requexón. | Luisma Murias

Pasadas unas horas del sopapo ante el Burgos (1-3), el mensaje interno en el Oviedo se resume en una palabra: calma. Calma con el equipo, que lleva seis partidos sin ganar y se ha alejado de los puestos de arriba –15.º clasificado– y calma con el entrenador, que pasa por su peor momento en el cargo. La figura de Ziganda está en horas bajas, pero salvo giro imprevisto el técnico navarro se sentará mañana en el banquillo azul para dirigir al equipo ante la Ponferradina en El Toralín (18.15 horas, Movistar).

En el club se cierran filas con el entrenador, renovado hace pocos meses, aunque tampoco se oculta lo delicado de la inesperada situación. La confianza en el Cuco no es ciega, sí limitada.

Los rectores de la entidad esperan que el equipo cambie la situación, mejore y sume de tres en los próximos dos partidos, ante la Ponferradina y frente al Málaga. De lo contrario no se descartan decisiones drásticas. En la entidad no sólo preocupan los malos resultados del Oviedo: también se pone el foco en las débiles señales que da el equipo. Ante el Burgos, el equipo jugó uno de los peores partidos del curso y la sensación es que el conjunto decrece. En el club piensan que hay una buena plantilla, completamente apta para aspirar a algo más que a la salvación, algo que con el Cuco al mando todavía no ha sido posible.

Eso, de puertas para adentro. Hacia afuera se intenta trasladar un mensaje nítido de unidad, algo habitual en el Oviedo en los últimos tiempos cuando llega una crisis deportiva. El equipo regresó ayer al trabajo y Federico González, asesor del Grupo Carso en Oviedo, acudió a El Requexón y se dejó ver con el equipo a pie de campo, justo antes del entrenamiento. El mexicano, café en mano, dialogó brevemente con el navarro y con Arribas, uno de los capitanes. A los pocos minutos se retiró para las oficinas, pero el propósito ya estaba logrado: trasladar unidad.

Ziganda, pues, afronta en El Toralín un partido clave por su futuro inmediato y una oportunidad para recuperar sensaciones. Los números del técnico azul son preocupantes desde su triunfante llegada a Oviedo en febrero de 2020, clave para la salvación. Desde entonces, sus estadísticas han empeorado. En el último año natural, el Oviedo solo ha ganado 13 partidos de 49 posibles. En datos globales, Ziganda acumula 20 victorias, 29 empates y 18 derrotas. Son 89 puntos de 201 posibles, lo que supone el 44% del total. El navarro solo supera el porcentaje de dos entrenadores en esta última etapa en Segunda del Oviedo: a Rozada (40%) y a Egea en su segunda etapa (30%).

En el club azul son conscientes de esos números, pero confían, por el momento, en la capacidad del Cuco para lograr una victoria que inicie una buena racha. Ante la Ponferradina, primera parada.

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