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Así fue la intrahistoria del fichaje de Bolo por el Oviedo: la reunión clave de Tordesillas

Bolo adelantó a Velázquez en la carrera para convertirse en técnico azul tras una reunión celebrada el jueves 9 en la localidad castellana | El bilbaíno supo de su elección el pasado domingo tras un proceso que el club trató de llevar, sin éxito, con el máximo sigilo

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Bolo ya está en Oviedo para firmar su nuevo contrato Xuan Fernández

Durante el famoso “casting del Marriot”, el Oviedo celebró diversas reuniones en el hotel madrileño con varios candidatos a la dirección deportiva. Todas en el mismo día. Aquella práctica, finales de 2019, sorprendió, y también enfadó, a alguno de los citados por considerarse “poco profesional”. Y aunque algunas voces autorizadas dentro del club siguen defendiendo aquel proceder como normal, lo cierto es que desde entonces los hábitos han cambiado. Por ejemplo, para la elección del nuevo entrenador del Oviedo, Bolo se enfrentó a una entrevista decisiva el pasado jueves. Ese mismo día, el club se reunió con el otro candidato, Julio Velázquez. Esta vez, los encuentros se dieron en escenarios diferentes, aunque separados por apenas 30 kilómetros. La elección del nuevo entrenador del Oviedo se cocinó en Castilla.

El día clave para el banquillo azul fue el pasado jueves 9. Por la mañana, Tito Blanco, el nuevo director deportivo, presentó su proyecto a los medios y lanzó algunas pistas sobre el sucesor de Ziganda. “Quiero un entrenador con cierta experiencia, capaz de manejar diversos sistemas y que transmita”, resumió. Para entonces, ya tenía sobre su escritorio los currículos de Bolo y Velázquez. Ambos encajaban en la descripción.

Con Bolo, que ha permanecido en Ponferrada tras concluir su etapa en el club berciano, el encuentro tuvo lugar en Tordesillas, provincia de Valladolid, a 260 kilómetros de Oviedo. Por parte del club, acudieron a la cita César Martín, encargado de relaciones institucionales; David Mata, gerente; y Tito Blanco, director deportivo. Al otro lado de la mesa, Bolo, Pablo Lago (su segundo) y los agentes.

En aquel encuentro, a los dirigentes les gustó la idea que les transmitió el vasco. Pero la agenda azul tenía un segundo punto en el orden del día. Julio Velázquez también contó con su entrevista, esta en Valladolid, adonde se desplazó el técnico desde Madrid para verse las caras con César, Mata y Tito.

El Oviedo quiso en todo momento que el proceso fuera sigiloso, sin publicidad, alertados los dirigentes azules por la publicación de otros procesos, como el del Marriot, que afectan a la imagen de hermetismo que se trata de imponer desde México.

Por eso, el viernes, y tras la publicación de LA NUEVA ESPAÑA de que el Oviedo había estado reunido con los candidatos, hubo algunos reproches desde el club a los agentes presentes el día anterior. La orden del Oviedo era clara: tratar que no trascendiera nada de las citas castellanas.

La sensación tras esos encuentros, y la que ya se intuía desde antes, es que el principal avalista de Velázquez era Tito, mientras que por Bolo empujaron especialmente César y Mata, en representación, podría decirse, del consejo el primero y de Federico González el segundo. Las dos fuerzas del club, directiva y asesor, tantas veces enfrentadas y sin embargo de acuerdo en la elección del entrenador. Tanto que a Bolo fue al entrenador que llamaron cuando Ziganda comunicó su decisión de no seguir, como publicó este periódico el miércoles 8, aún sin director deportivo confirmado.

Tito fue el que introdujo la opción de Velázquez, del que guarda una grata impresión de la etapa en Vitoria, a pesar de que no logró salvar al Alavés. Y el salmantino entró en el debate. Pero a Tito no le desagradaba la opción de Bolo. Cuentan que el nuevo director deportivo siempre valoró de la mejor manera al entrenador finalmente elegido.

Fueron estos los únicos dos nombres que estuvieron sobre la mesa. Hubo varios ofrecimientos. También alguna consulta telefónica, pero sin pasar ese primer filtro. Por ejemplo, desde el club (no desde la dirección deportiva) se contactó con el entorno de Javi Calleja, ex del Villarreal y del Alavés. Pero la respuesta del técnico es que prefería esperar a ver si encontraba acomodo en alguno de los banquillos de Primera que queden libres con el paso de los meses.

La cosa siempre estuvo entre Bolo y Velázquez. Como los informes eran en todo caso positivos para ambos, se estableció un periodo de estudio de los currículos, durante todo el fin de semana. Pero tras los encuentros en Castilla, la opción de Bolo ya contaba con una clara ventaja. Se valoraba del vasco su trayectoria al alza, punto a favor frente a Velázquez, y su propuesta futbolística desarrollada en sus cuatro años en El Toralín y que, defienden en la entidad, puede extrapolarse al Tartiere.

El técnico vasco también siguió una evolución en su postura a lo largo de las negociaciones, dicen fuentes conocedoras de la operación. Acogió el interés inicial con cierto escepticismo. Pesaba también que había sido tocado por varios equipos, el Granada, el Leganés o el Zaragoza, sin llegar a buen puerto. Cuando el técnico vio que la cosa iba en serio no fue difícil engancharse a un proyecto que, además de las bondades de un club importante, ofrecía una base de la plantilla más que interesante.

En la tarde del domingo, una llamada del Oviedo a Bolo confirmaba que sería el elegido. Ziganda tenía sucesor. Aunque antes, y no es novedad, debía pasar los trámites administrativos y financieros que toda operación de calado necesita por parte del máximo accionista mexicano. “Cosas del Oviedo”, como se suele repetir en los mentideros futbolísticos.

Arturo Elías dio el “ok” el martes y, tras solventar los últimos flecos, relativos al cuerpo técnico que acompañaría al vasco, el técnico viajó ayer a Oviedo para estampar su firma. Bolo, el primero en el que pensó el club tras la salida de Ziganda, que impulsó su candidatura en Tordesillas y que promete fútbol atractivo, es el nuevo entrenador del Real Oviedo. Lo hace tras un proceso que intentó alejarse del show del Marriot, pero que no logró el sigilo que todos se habían propuesto en la entidad azul.

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