Entrevista | Francisco Mascarenhas, "Masca" Delantero del Real Oviedo

"Marcar el gol del ascenso significaría lograr el objetivo de toda una vida"

"Veo la promoción con buenos ojos, soy el primero que cree en esa posibilidad y estoy preparado para luchar por ello"

Masca en El Requexón

Masca en El Requexón / David Cabo

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Si hay un tipo que trasmite "buena vibra" dentro del vestuario del Oviedo (con perdón de Cazorla), ese es Francisco Mascarenhas "Masca" (Cascais, Lisboa, 2000). Un futbolista humilde, carismático, siempre con una sonrisa de oreja a oreja que no se le borra de la cara, que llegó al Real Oviedo en 2022 para jugar en el Vetusta. Allí en el filial se hinchó a meter goles y no tardó mucho en recibir la llamada para debutar con el primer equipo. Ahora es uno de los jugadores más importantes de la plantilla. De hecho, hay un dato que le avala: cuando ha jugado de titular, el conjunto carbayón nunca ha perdido.

–¿Cómo le suelen llamar? ¿Francisco, Fran, Masca...?

–Masca.

–Pues Masca. Está haciendo una temporada inimaginable para un chico que acaba de salir, como quien dice, del Vetusta.

–En términos generales me siento muy bien. Estoy muy contento tanto individualmente como en lo colectivo. Vamos y voy a más.

–Hablando de lo colectivo, ¿ve factible el objetivo?

–Lo veo con buenos ojos. Soy el primero que cree en esa posibilidad. Soy muy ambicioso y estoy preparado.

–El Oviedo no está en su mejor momento. En este final de Liga, está todo muy apretado... Pero el resto también pierde.

–Al final no es coincidencia. Del primero al décimo segundo, todos han perdido o empatado esta semana. Por algo será. Es una Liga muy competitiva y nosotros sabemos mucho de eso.

–Ha salido mucho de titular pero no lo ha hecho donde solía jugar.

–Es mi primera temporada jugando por la derecha. Lo tengo hablado con el míster y él me ayuda con los movimientos. Sé donde moverme para obtener ventaja y Carrión me da confianza. El fin de semana pasado jugué por detrás de Alemão, un lugar más natural para mí. Pero es lo de menos, yo lo que quiero es jugar y ser relevante.

–En el partido contra el Tenerife en el Tartiere (0-1) puso al público en pie en dos ocasiones.

–Sí. Tuve dos más las otras que rocé el balón y generé peligro. Es una característica que tengo, que cuando juego, rozo lo peligroso. Siempre la tuve.

–Sin duda tiene usted un imán para el gol.

–Me lo dicen desde hace tiempo. ‘Parece que el balón te cae siempre’. También será porque lo busco y por mi movilidad dentro del área.

–¿Preferiría jugar en la punta, como ha hecho siempre?

–Claro, pero quedan cinco partidos y quiero que todo vaya bien. Si Carrión me dice de jugar de central, lo haré. Quiero ser importante y lograr los objetivos.

–¿Es consciente de que cada vez que ha jugado de titular esta temporada, el Oviedo no ha perdido? Y no son pocas veces.

–Es una buena estadística. Ojalá juegue siempre y que sea siempre así (Risas).

–Creo que Carrión también es conocedor de esta estadística.

–Sí. Suelo recordárselo para que me ponga más (Risas). Tenemos una relación buenísima. Es un tipo muy cercano conmigo y soy esa clase de persona que le viene muy bien que le cuiden. Pienso mucho las cosas y una persona así me hace mucho bien.

–¿En qué se notó más el cambio en la dirección del banquillo tras la salida de Álvaro Cervera?

–Sobre todo en la cercanía. Se preocupa mucho del individual de cada jugador y, teniendo lo mejor de cada uno, sacará lo mejor del colectivo. Sumado a una mentalidad vencedora, ayuda a llegar más lejos.

–¿Qué significaría para Masca anotar el gol del ascenso?

–Felicidad. Es difícil definirlo porque sería un sentimiento complicado de explicar. Significaría lograr un objetivo de vida. Llevo mucho trabajando para ello. Firmo de todos modos no meterlo yo y subir.

–¿Haría algún tipo de promesa? Seoane dijo que se teñiría el pelo de azul.

–No, no me van esas cosas. Confío mucho en mí y en meter gol

–¿Recuerda su debut con el Oviedo?

–Creo que contra el Albacete.

–Correcto. ¿Y por quién entró?

–Ahí me pilla.

–Por Sergi Enrich.

–Es verdad. Fue un partido increíble. Me acuerdo mucho también de mi primer gol, nunca se me olvidará. Lo hice contra el Zaragoza. Me acuerdo entre comillas porque no recuerdo ver el balón entrar. Fue tal explosión de adrenalina que lo tengo borroso. Recuerdo que me cayó el balón y tirar. Luego ya me vi delante de la afición celebrando.

–Jugar en el Tartiere es el sueño de cualquier niño de Oviedo.

–Te pone los pelos de punta. Siempre te exigen y eso, para mí, es bueno. Creo que si queremos un camino hacia arriba necesitamos exigencia.

–Muchos de esos niños le tienen como referente. ¿Siente responsabilidad?

–No lo veo como una responsabilidad, sino como un orgullo. Siempre busco ser yo mismo y mantener mis principios de trabajo y de ser una buena persona.

–¿En quién se fijaba usted de pequeño?

–En Cristiano Ronaldo. Todo el mundo aquí me mete caña por eso. También en Ibrahimovic.

–Sin duda, jugadores con personalidad.

–Claro. (Aparece Viti y le dice que no mienta, los dos se ríen). Se ríen mucho pero son los mejores.

–Creo que la historia de su fichaje por el Oviedo es bastante curiosa.

–Termino contrato con Portimonense y hablamos de una posible renovación. Ahí decidí que no quería seguir allí. Había quedado pichichi, por lo que sabía que tendría opciones. Veía con buenos ojos dejar el país y ahí me contactó el que ahora es mi representante. Me presentó una propuesta de filiales de España. Mi padre me dijo que era una opción muy interesante. Fue entonces cuando Mario Prieto (por aquel entonces responsable dentro de la dirección deportiva del Vetusta) nos dijo que estaban interesados, pero solo me habían visto por vídeos. Cuando me llegó la oferta, a los dos días estaba aquí. Estaba preparado para dejar mi casa.

–¿Sabía español?

–Que va, nada. Aprendí todo cuando llegué. Al principio hablaba "portuñol".

–Se hinchó a marcar goles en el filial y llegó al primer equipo.

–Fue un proceso muy paulatino.

–En su caso, no tanto.

–Sí, fue rápido, pero no de un momento para otro. Un día entrenas, te lo curras... Vas haciéndote una idea. Cervera me dio la oportunidad de debutar y coincidió con la racha en la que empezamos a ganar. Todo suma.

–¿Qué hace Masca en sus ratos libres?

–Los días que hace bueno me voy a alguna playa a pasear con mi perra.

–¿A Gijón, por ejemplo?

–No, allí muy poco (risas). También juego a los videojuegos con mis amigos de Portugal porque así charlo un rato con ellos. Me gusta cocinar algo sano y hacer videollamadas con mi familia.

–¿A gusto en Oviedo?

–Sin duda, especialmente por la gente. Es cierto que cuando llueve me pongo triste. Pero desde que llegué me enamoré del sitio porque nunca había sentido tanta cercanía.

–¿Ha tenido tiempo para probar la gastronomía asturiana?

–Es muy raro que me salte la dieta, pero en los días de descanso sí. Me flipa el cachopo.

–¿Más que la fabada? Alguno lo crucificaría...

–También me gusta, pero no se puede comparar al cocido a la portuguesa (risas).

–Por último, ¿un sueño?

–Ascender a Primera, sin duda.

–¿Y después?

–Representar a la absoluta portuguesa.

–¿Para jugar con Cristiano?

–Ojalá, pero tengo que darme prisa porque está dando sus últimos coletazos, aunque lleva tiempo diciendo que es la última pero luego sorprende. Igual me jubilo yo antes (risas).

–¿Cristiano o Messi?

–Es una respuesta muy fácil.

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