La expedición azul a Éibar, "una locura" de ocho buses

La Aparo prevé que se repita la afluencia de oviedistas que hubo el domingo 2 en la ciudad armera: "Y si pasamos, vendrán más"

Largas colas en La Pata Negra, en la avenida de Colón de Oviedo, para adquirir billetes de los autobuses que viajan a Éibar mañana. | Luisma Murias

Largas colas en La Pata Negra, en la avenida de Colón de Oviedo, para adquirir billetes de los autobuses que viajan a Éibar mañana. | Luisma Murias

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Eran las 20 horas. La Asociación de Peñas del Real Oviedo había convocado ayer para las 20.30 horas a todo el oviedismo en la céntrica avenida de Colón de Oviedo para repartir las entradas a los peñistas para Ipurúa y vender los billetes de los autobuses que realizan el viaje. Media hora antes, la cola de espera ocupaba toda la calle. El resultado: ocho autobuses llenos hasta la bandera para el choque de los azules en Éibar.

María Joglar y Jaime Campillo, presidenta y vicepresidente de la Aparo, ayer, en La Pata Negra. | Luisma Murias

María Joglar y Jaime Campillo, presidenta y vicepresidente de la Aparo, ayer, en La Pata Negra. | Luisma Murias / Joaquín A. Cuesta

El Real Oviedo tiene por delante el partido más importante en décadas. Se medirá mañana al Eibar en Ipurúa a las 21 horas. Es la segunda vez en dos semanas que la afición azul realiza ese viaje, a pesar de contar únicamente con trescientas entradas. La última vez, el domingo pasado, viajaron cerca de dos mil personas, de las cuales, la mayoría, se quedaron fuera del estadio. Era fin de semana y la gente hizo el plan como podría haber hecho otro. Pero esta vez es diferente.

El Oviedo juega de miércoles, día laborable. Pero la importancia del partido juega un papel crucial. Y como consecuencia, el mismo número de autobuses a pesar de contar con tan pocas entradas. "Eso, más la gente que vaya en sus coches", dice María Joglar, presidenta de la Aparo, mientras reparte los últimos números para los afortunados que consiguieron plaza en los autobuses y divide la cola. "Hasta aquí, chicos. Se han terminado", le dice a unos chavales que allí esperaban y que tendrán que buscar otra manera de viajar a la ciudad armera. Un Oviedo que vive a su club y que no entiende de días laborables. "Sé de mucha gente que tiene entradas en la grada local. El desplazamiento va a ser masivo, al igual que el domingo pasado", indica Jaime Campillo, vicepresidente de los peñistas ante el asombro del llenazo del local. Y es que, haciendo la cuenta de la vieja, a cincuenta plazas por autocar, salen 480 pasajeros. Ya son 180 más de los que tienen entrada, y eso sin contar con los que van por su propia cuenta, que son la mayoría.

Sea como fuere, el Real Oviedo no puede decir que viaja solo. "Y si pasan de ronda, a la siguiente vendrán más; será una locura, una locura azul", dicen.

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