El terapeuta ocupacional: la clave de la Atención Temprana

La Facultad Padre Ossó ofrece la posibilidad de cursar el grado con la más alta calidad educativa

Imagen familiar. | Lne

Imagen familiar. | Lne / Alba Fernández Méndez y Yara Casáis Suárez

Alba Fernández Méndez y Yara Casáis Suárez

Según el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2022 el 3,9 % y el 4,7 % de la población española son niños y niñas entre 0 y 4 y 5 y 9 años, respectivamente, con un reparto equitativo entre ambos sexos. En el Principado de Asturias, los datos reportados, a pesar de que la densidad de población infantil es reducida respecto al resto de grupos, (un 2,7 % frente a 3,9 % y un 3,5 % frente a un 4,7 %), existen similitudes en la distribución del sexo masculino y femenino.

Paralelamente, según una encuesta realizada por la Dirección General de Salud Pública, más de un 8% de la población infantil presenta algún tipo de limitación a la hora de participar en actividades propias de su edad. El porcentaje de padecimiento de alguna discapacidad, además, aumenta de manera proporcional a medida que el niño crece. De un 5,4% detectado en los menores de 2 años y hasta un 8% en la franja entre los 3 y 5 años. De estos datos se deduce la vital importancia de un sistema de atención precoz que realice campañas de detección y desarrolle un sistema de intervención.

Esta evolución de los datos, en los últimos 20 años, pone de relevancia la Atención Infantil Temprana (AIT). Se ha desarrollado investigación desde diversos ámbitos y han evolucionado los recursos de atención empleados.

Pero ¿qué es la Atención Infantil Temprana o AIT?

Se entiende por AIT al conjunto de actuaciones de carácter interdisciplinar de prevención, detección, diagnóstico y abordaje terapéutico de los distintos trastornos de desarrollo de los niños hasta los 6 años, que se encuentra en proceso de crecimiento, el cual se puede ver truncado o alterado por situaciones de riesgo biológico y/o social.

Según el Sistema Público de Servicios Sociales de Asturias, la Atención Infantil Temprana tiene el objetivo de reducir los efectos del retraso madurativo, el riesgo biológico o el déficit que puede afectar al desarrollo del niño; y de proveer al menor de los apoyos necesarios que compensen las limitaciones, favoreciendo su integración familiar, escolar y social.

A nivel nacional, este catálogo de servicios es público, universal, gratuito y descentralizado. En el caso del Principado de Asturias, dicho servicio se presta a través de las Unidades de Atención Infantil Temprana (UAIT). Unos recursos donde, a través de equipos multidisciplinares especializados, se establecen, coordinan y facilitan un conjunto personalizado de medidas dirigidas a maximizar las fortalezas tanto de los niños como de la unidad familiar. Cada unidad cuenta, hoy en día, con un equipo básico compuesto por un psicólogo, un fisioterapeuta, un logopeda y otros técnicos de estimulación, como un psicomotricista, un estimulador o un maestro.

¿Estamos ante un cambio de paradigma?.

Con el fin de abordar la noción de discapacidad, anteriormente se partía fundamentalmente de modelos centrados en el diagnóstico y la enfermedad. Desde esta perspectiva, al niño se le adjudicaba un rol de enfermo, en el cual no se tenía en cuenta el entorno del niño y la adaptación de este a dicha condición. Este modelo ha evolucionado notablemente en los últimos años y, ahora, nos hallamos ante una mirada que contempla a la familia y el entorno social del niño como claves para favorecer su desarrollo.

Así, la nueva perspectiva contempla el contexto de los niños como un punto de partida desde el que se generan condiciones necesarias para que cada persona pueda desarrollarse funcionalmente, independientemente de cualquier condición diversa.

La Terapia Ocupacional: la gran desconocida.

La infancia es una etapa crítica en la que aspectos como el bienestar físico, emocional y social, deben integrarse de manera adecuada para que el desarrollo sea el esperado, de esto no hay duda. La consecución de los hitos del desarrollo se relaciona de manera directa con las experiencias vividas por el niño. Podemos afirmar, por ello, que cuantas menos experiencias vivencien, más en detrimento irá su desarrollo y mayor apoyo necesitará en su vida diaria.

En este sentido, es en el que cobra una gran relevancia la figura del Terapeuta Ocupacional. Es el profesional más capacitado para valorar el desarrollo y analizar cómo un déficit, a este nivel, implica que los niños y niñas no puedan llevar a cabo su vida diaria de forma normalizada.

El fin último de la Terapia Ocupacional es que los niños y niñas con alguna discapacidad puedan generalizar los aprendizajes adquiridos a su entorno natural. Entendiendo como entorno natural cualquier entorno en el que el niño lleva a cabo su vida diaria (colegio/escuela y domicilio). De esta forma, se aumentaría tanto la calidad de vida del menor como la de su familia.

Dado que la perspectiva interventiva de la Terapia Ocupacional está completamente en sintonía con los modelos más innovadores para comprender el desarrollo infantil, el perfil del Terapeuta Ocupacional ha ganado presencia en los recursos privados de atención temprana a pasos agigantados y cabe suponer que, muy pronto, haga lo mismo en los recursos públicos asturianos.

La realidad actual nos indica que, a medio plazo, el terapeuta ocupacional será un perfil demandado y su preparación deberá estar en sintonía con las nuevas tecnologías y las realidades sociales que hemos descrito. Dentro de las Ciencias de la Salud, la Terapia Ocupacional es la gran desconocida, que se abre hueco en las opciones de estudio de aquellos que tienen una vocación de cuidado e investigación.

La Facultad Padre Ossó, centro adscrito a la Universidad de Oviedo, ofrece la posibilidad, en Asturias, de cursar el Grado en Terapia Ocupacional de manera presencial y con la más alta calidad educativa.