La Pola perdió el pasado martes a una vecina muy querida, María Rosario García, más conocida como “Charo la del Trébol”, nombre de la cafetería que regentaba. Acababa de cumplir los ochenta años y “deja un vacío enorme entre todos los que la conocieron”, según destacan sus allegados, que la recuerdan por su carácter “alegre” y su afición por “el canto y el teatro”.

La de García es la historia de una joven de la posguerra, que trabajó “desde muy pequeña llevando botellas a un lagar”. Luego emigró a Suiza con sus hermanas, pluriempleándose en una fábrica de medicamentos y en la limpieza de oficinas. Allí conoció a su marido y tuvo a sus hijas. A su regreso a la Pola, el matrimonio montó una sala de juegos, que posteriormente se convirtió en la cafetería que haría de García una figura reconocible en la localidad.