Llevan recaudados unos 118.000 euros, pero aún falta otro tanto para sufragar el coste de la primera fase de las obras necesarias en la iglesia de San Pedro de la Pola. El templo ya necesitaba arreglos, pero tras los temporales de principios de año se produjeron desprendimientos de las dos torres y las reparaciones se hicieron urgentes. Con ellas, el objetivo es evitar que avance el deterioro del edificio y garantizar su seguridad y también preservar de humedades y otros daños que puedan afectar a los murales del gran pintor sierense Casimiro Baragaña que alberga su interior.

La comisión de obras de seguimiento para la rehabilitación del templo de San Pedro se constituyó hace unos cuatro meses y ya entonces se trasladó a los feligreses cuál era la situación. Para acometer los trabajos necesarios hacen falta 236.000 euros para la primera fase (el arreglo de los daños en las dos torres) y otros 177.000 para la segunda. Urge la primera, inciden los responsables de este grupo, a cargo de la campaña de recaudación iniciada entre vecinos e instituciones. “La situación es de urgencia y también sabemos que los tiempos son muy difíciles. El tema es difícil pero no imposible y eso es lo que nos anima a intentar que estas obras se hagan con prontitud”, explica José Antonio Noval, miembro del colectivo y exalcalde de Siero.

“La intención es que esta primera fase se haga cuanto antes, ya está el proyecto elaborado, supervisado por el Arzobispado y creemos que no tardando mucho lo presentaremos en el Ayuntamiento de Siero para su ejecución. ¿Qué nos falta ahora? Intentar en estos meses que nos quedan, ver si llegamos a una cantidad que nos permita ya encargar las obras a la empresa y adjudicar la obra”, incide Noval, que agradece la respuesta a la campaña y la generosidad mostrada con las donaciones. “Ninguna aportación es pequeña”, subraya.

Hay que rehabilitar el templo y, además, se trata de unas obras que también contribuirán a mantener el legado del pintor sierense Casimiro Baragaña, que en 1959 realizó los impresionantes murales del altar mayor del templo. “Casimiro Baragaña es el buque insignia que tenemos entre los muchos artistas que hubo aquí. A él se le encargaron los tres murales que alberga la iglesia. Su obra ya se tuvo que retocar por dos veces ante los problemas que presenta el templo de agrietamientos y de humedades y, con esta obra que se está tratando de hacer, queríamos sanear otra vez la techumbre y que no haya esos problemas que puedan derivar en un desprendimiento”, señala Juan José Domínguez, cronista oficial de Siero.