El conflicto en el seno de la Policía Local de Siero volvió a ser protagonista en la jornada de ayer, cuando el alcalde, Ángel García, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Víctor Villa, mantuvieron un encuentro con el sindicato CSIF. Este colectivo representa una facción minoritaria del cuerpo, con la que el sindicato SIPLA mantiene un enfrentamiento desde hace años. Sin hacer ninguna mención directa a este último colectivo, García aseguró que “hay otro sindicato en el que alguno de sus representantes y asociados, solo buscan intereses personales”. “Tienen secuestrado el servicio para beneficio propio, chantajeando al Alcalde y a los ciudadanos para no venir a trabajar y cobrar igual”, añadió.

García, que se refirió también a los intentos, por parte de algunos agentes, de “boicotear” la San Silvestre” –la tradicional carrera de Fin de Año– afirmó que “situaciones similares con este sindicato se están dando en más ayuntamientos, pero lo padecen en silencio, porque es desagradable”.

Los representantes del CSIF, Sergio Peña, Pedro Fernández y Julio Cabal, coincidieron con el análisis del regidor. Sin embargo, Peña subrayó que el problema “son seis garbanzos negros, que no solo desprestigian al cuerpo de Siero, sino a los 1.140 policías profesionales que hay en el Principado”.

Cabal apuntó que el problema de Siero “sale en cada conversación que tenemos con otras policías de Asturias y los policías no estamos ni para poner ni para quitar alcaldes, sino para dar servicio a la ciudadanía”. Por ello, se mostraron dispuestos a colaborar en que haya una solución, siempre evitando la disolución del cuerpo, “porque es necesario”.

García, que encargó un informe legal para saber si esta posibilidad era viable, tendió la mano a descartar esta opción. “Nuestra primera opción es buscar que vuelva a la normalidad y se dé un buen servicio”, zanjó el regidor. Una de las principales preocupaciones, que también se comentó durante la reunión, es el elevado número de bajas, sobre todo en algunos agentes. De hecho, tal y como publicaba ayer este periódico, solo cinco policías suman más de 1.400 días de baja desde 2019. Frente a esto, los representantes del CSIF plantearon que se pueden tomar medidas de “control por rendimiento”.

Otro de los escollos que ven para lograr mejorar la Policía tiene que ver con actitudes como “pedir la baja dos horas antes de una Cabalgata, que la soliciten de golpe los tres para que no haya servicio y tener las dependencias cerradas o cuando se les quitan privilegios que no les correspondían”. Cuestiones que, según García son habituales.

Por último, el encuentro sirvió para plantear la posibilidad de que los agentes sierenses presten apoyo en concejos vecinos “que no tienen Policía local o tienen pocos recursos”. Citó entre ellos a Bimenes, Sariego, Noreña o Nava y explicaron que tratarán de dialogar con el Principado para que sea quien “vehicule” el sistema.