Vicente Ardines tiene un gimnasio en Lugones (Siero) que abrieron sus padres hace "muchos años" y donde siempre se han practicado las artes marciales, sobre todo, el judo. Pero un día Ardines descubrió el kenpo y todo cambió. El de Lugones es en estos momentos el seleccionador nacional de kenpo, una disciplina asociada a la Federación de Kárate, y en los dos años que lleva ha llevado al equipo de España a ganar dos veces el campeonato del Mundo a pesar de contar con muchos menos medios que sus rivales. El último de esos campeonatos lo consiguieron hace unos días en Hammamet (Túnez).

El Ayuntamiento de Siero recibió a su ilustre vecino y el alcalde, Ángel García, calificó a Ardines como "el Luis Enrique del kenpo". Ardines, por su parte, agradeció la atención y explicó las dificultades por la que pasan un deporte minoritario como el suyo: "Somos un deporte minoritario, por eso llevamos a tan pocas personas; el logro está en que España, con once personas, que son muy escogidas, porque en España el nivel es muy alto, consiguió superar a otros equipos que llevaban a mucha más gente". Para lograrlo tuvieron que multiplicarse: "A esas once personas las inscribimos en 44 categorías, que es la única manera de optar a conseguir la medalla de oro del campeonato del Mundo del kenpo tradicional".

El seleccionador nacional explicó que lleva "toda la vida con el tema del kenpo" y que conoce a "casi todo el mundo", lo que le facilita su labor como seleccionador. Las cifras de este deporte realzan aún más el oro conseguido por el equipo de Vicente Ardines: "Tenemos unos 5.600 federados, una cantidad pequeña y el aporte económico es pequeño y se nos va enseguida". En Asturias, explicó Ardines, "habrá como unas 130 personas, sobre todo en el gimnasio de Lugones y en colegios"

Una de las anécdotas que puede contar Ardines de su gimnasio en Lugones es cuando Vladimir Putin, actual presidente de Rusia, país ahora mismo en guerra contra Ucrania tras intentar invadirla, pasó por Asturias con la selección rusa de judo, cuando se celebró el Europeo de esa disciplina en Oviedo, en 1998: "Coincidió que estuvo en el gimnasio cuando fue el Europeo de judo, él estaba de seleccionador de la Federación Rusa de Judo, se alojó en un hotel de Lugones y buscaron donde entrenar en Lugones".

El seleccionador también relató cómo conoció este arte marcial: "Yo hacía judo, entró un día una persona a entrenar, se puso el traje negro, que es el que llevamos en kenpo, lo vi haciendo eso, era un señor que era policía, empecé a entrenar y estuve dos años con él. Me encantó, lo vi tan natural, estéticamente tan bonito", relata Ardines. Una disciplina que, asegura, "es el Ferrari de la defensa personal": "La gente quiere vender la defensa personal y nosotros tenemos el Ferrari de la defensa personal", concluyó.