Les Comadres de "la recuperación" dejan satisfechos a los hosteleros de la Pola: "Ha habido más gente que antes de la pandemia"

"Se notó que había ganas de retomar la normalidad. El año pasado ya hubo público, pero igual había más miedo", subraya Borja Alcázar

Grupos de amigos, el pasado jueves, celebrando les Comadres en el Abrelatas.

Grupos de amigos, el pasado jueves, celebrando les Comadres en el Abrelatas. / Luisma Murias

El resultado que deja la combinación de buen tiempo, fin absoluto de las restricciones que aún seguían vigentes el año pasado y las ganas de retomar el pulso a la fiesta no ha podido ser más satisfactorio. Los hosteleros de la Pola han trabajado duro en Comadres y el balance es unánime: "Hubo más gente que antes de la pandemia, han sido unas fechas muy buenas".

En la sidrería El Parque de la capital sierense van más allá y señalan que el tirón de Comadres se ha dejado notar hasta el martes de Carnaval, con puente festivo en el vecino municipio de Gijón que tradicionalmente llena de visitantes al mercado semanal poleso. "Hemos estado llenos todos los días desde el jueves, con muchísima gente. Incluso el martes, sin contar con ello, hubo un gran ambiente. Hasta arriba mañana, tarde y noche, como antes de la pandemia", señala una de las empleadas del establecimiento, en la que cenar sin reserva fue imposible en los últimos días.

Comades, Comadrines, Migayes y Migayines se dejaron notar en todos los establecimientos de la villa. "Trabajamos muy bien todos los días, hubo mucha gente desde el jueves y se ve que hay más afluencia que antes, mejor que antes del covid, cuando la fiesta ya estaba un poco de capa caída", sostiene el responsable de "El Culetín". No obstante a la mejoría, puntualiza que "las de antes sí eran celebraciones multitudinarias, dábamos 200 cenas a la carta un jueves de Comadres hace años y en esta ocasión serían cien". Aún así no se queja, porque "se llenó fácil y vamos mejorando".

De la misma opinión es Borja Alcázar, del restaurante Abrelatas, quien constata que la de este año ha sido la fiesta de Comadres de la recuperación, con lleno de clientela a diario. "Hubo muchísima gente, se nota que había ganas de retomar la normalidad. El año pasado ya hubo público, pero igual había más miedo. Éste ha sido mejor que los de antes de las restricciones", sentencia. De hecho, su local albergó el jueves pasado una de las citas más multitudinarias, una espicha con cientos de asistentes deseosos de recuperar las viejas sensaciones, sin aforos limitados ni distancias de seguridad.

En el Mesón Siero notaron igualmente que "poco a poco se va recuperando", con "lleno todos los días, mucha gente y mucho trabajo". En la sidrería El Madreñeru, de Loreto García, el lleno fue constante desde el jueves. "Hay gana de folixa", reconoce la hostelera, con el local a rebosar desde el pasado jueves, aunque la recuperación económica sea "otra cosa", según apunta.

En todo caso, la Pola vivió unas jornadas festivas como las de antaño, con una entrada en los locales hosteleros como hace años que no se recordaba y la plaza de abastos, en la que se celebró la gran merienda popular, con lleno total de jueves y buenas cifras el viernes. Los dos días hubo acompañamiento musical a cargo de sendas orquestas. Unos resultados que hacen prever que Güevos Pintos, la siguiente fecha en rojo festivo para la Pola, sea también una marea de visitantes y actividad en los negocios locales.