El Nora va por la buena senda: los usuarios consideran "un lujo" contar con una ruta fluvial "al lado de casa" y piden más mantenimiento

Los vecinos apelan a la responsabilidad individual para una buena conservación: "No hay que tirar basura"

Nines Bravo, con «Nina», y Leandro de la Cámara, con «Niebla», ayer, en la senda. | J. A. O.

Nines Bravo, con «Nina», y Leandro de la Cámara, con «Niebla», ayer, en la senda. | J. A. O. / J. A. Ordóñez

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Eloína Cueto acude a diario a la senda del Nora para practicar marcha nórdica. Suele hacerlo por las tardes, aunque ayer, debido a la amenaza de lluvia, decidió adelantar la actividad. Acertó de pleno. "Estoy encantada con ella", afirma esta polesa cuando se le pide opinión sobre una ruta de la que destaca, sobre otras consideraciones, que sea "muy llana". "Es fundamental para las personas mayores", apunta.

Eloína Cueto, con los bastones de marcha nórdica. | J. A. O.

Eloína Cueto, con los bastones de marcha nórdica. | J. A. O. / J. A. Ordóñez

Los usuarios habituales de la senda del Nora a su paso por la capital sierense consideran "un lujo" contar con un "pulmón verde" de estas características "al lado de casa" para caminar, correr, dar una vuelta en bicicleta o disfrutar de un paseo con los perros. No obstante, alertan de que el Ayuntamiento debe reforzar las labores de mantenimiento general de un itinerario que conecta con Lieres y Lugones, y en cuya conservación, según los vecinos consultados, deben implicarse ellos mismos. Sería, por ejemplo, evitando tirar residuos en el recorrido o arrojarlos directamente al cauce fluvial.

Desde la izquieda, Víctor Villa, Francisco Álvarez y Luis Toraño, ayer, en la senda del Nora. | J. A. O.

Desde la izquieda, Víctor Villa, Francisco Álvarez y Luis Toraño, ayer, en la senda del Nora. | J. A. O. / J. A. Ordóñez

Como Eloísa Cueto, entre los vecinos que no perdonan el paseo diario por la senda fluvial figura Ángel Cortina. Ayer, con fuertes rachas de viento y poco antes de que se desatara el temporal de lluvia, llegaba a las inmediaciones de la estación de la antigua Feve tras varios kilómetros de caminata. A su juicio, la ruta se encuentra "en buenas condiciones, limpia y segada". Mejorarla, advierte, también está en manos de los usuarios. Así, por ejemplo, lamenta que haya quien no retira los excrementos del perro o que algunos ciclistas "van demasiado deprisa". Se trata de cuestiones "a mejorar", pero que no cambian su opinión positiva sobre la ruta.

El Nora va por la buena senda

El Nora va por la buena senda / J. A. Ordóñez

El exconcejal Víctor Villa se cuenta también entre quienes apelan a la responsabilidad ciudadana para mantener la ruta en las mejores condiciones posibles. Tras cubrirla corriendo, asegura que "está bien, pero va a ser lo que nosotros queramos que sea". A este respecto, ayer mismo se vio en la obligación de afearle a otro usuario que arrojara basura al río. "Para la gente de la Pola, El Berrón y alrededores esto es un pulmón verde en el que llevar a cabo actividades saludables; así que mantenerlo en condiciones es un poco tarea de todos", subraya el que fuera edil socialista durante el anterior mandato municipal.

El Nora va por la buena senda

El Nora va por la buena senda / J. A. Ordóñez

Leandro de la Cámara caminaba a mediodía por la senda junto a Nines Bravo, acompañados ambos por sus perros "Nube" y "Nina". Estima que "la ruta en sí está bien", pero lamenta la mala situación del río. "Se encuentra muy contaminado por hidrocarburos y por vertidos que van directamente al cauce", denuncia De la Cámara. Se trata de una realidad a la que no es ajena el Gobierno municipal que dirige Ángel García. El Ayuntamiento ha tratado en más de una ocasión de lograr una subvención para llevar a cabo una intervención en profundidad en este tramo del Nora. La última intentona se llevó a cabo en 2022, cuando no fue posible lograr una ayuda de la Fundación Biodiversidad para ejecutar un ambicioso proyecto de renaturalización del cauce, cuyo coste estima el regidor en unos siete millones de euros.

Para Luis Toraño, por encima de la recuperación del ámbito fluvial, lo que más urge en el tramo sierense es reurbanizar la zona cercana a la estación de tren en la que se aprecian conducciones de saneamiento sin soterrar. "Esa parte está muy mal, sobre todo para la gente mayor o con problemas de movilidad", apunta. "Del resto, no hay queja", añade este vecino de la Pola, usuario habitual de la senda fluvial.

A la hora de plantear mejoras para el itinerario, hay quien destaca la necesidad de proceder a la mejora de los espacios en los que los perros pueden correr en libertad. "De tres que hay, dos están mal", señala Tomás Álvarez. Además, este vecino también llama a reponer papeleras y a solventar algún desprendimiento.

Para Carlos García, la senda supone "un lujo". "Aunque todo es mejorable, ya quisieran muchos otros concejos disponer de algo así", destaca. Este vecino del barrio de La Isla acude todos los días a la ruta fluvial para caminar un par de kilómetros. Ayer a mediodía, con el paraguas preparado por la amenaza de lluvia, pasaba por las inmediaciones del embarcadero de piraguas. "Esto me da la vida, ya que no es lo mismo pasear por el centro de la Pola que hacerlo por la orilla de un río y entre árboles", sostiene García, quien, a sus 71 años, celebra que la senda sea intergeneracional: "Vienen chavales y vieyos, aquí no sobra nadie".