"Sextaferia" en la biblioteca del colegio La Fresneda: la comunidad educativa se vuelca en el proyecto para modernizar el equipamiento

Diecisiete voluntarios de familias del propio centro participan estos días en el plan de mejora integral de la sala de lectura, para convertirla en un espacio más cómodo y atractivo para los alumnos

Por la izquierda, Noemí Onís, Adriana Bayón y Susana Espiniella trabajan en las labores de selección de libros en la biblioteca del Colegio Público La Fresneda.

Por la izquierda, Noemí Onís, Adriana Bayón y Susana Espiniella trabajan en las labores de selección de libros en la biblioteca del Colegio Público La Fresneda. / L.R.

Lucía Rodríguez

Un nuevo espacio, que se adapte a los modelos educativos actuales implantados en los centros de la localidad y que, a su vez, resulte atractivo para los niños y para fomentar el hábito de la lectura entre los más pequeños. Este es el proyecto que ha puesto en marcha el Colegio Público de La Fresneda, en Siero, para dotar a su biblioteca no solo de nuevos ejemplares sino también de una imagen más moderna, además de hacerla más funcional y accesible.

Con el curso ya avanzado y la poca disponibilidad de horarios por parte de los profesores del centro educativo, "la tarea se nos iba a hacer demasiado larga". Así que se echó mano de la gran implicación familiar en los proyectos escolares y se solicitó la ayuda de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) para que colaboraran con la renovación de la biblioteca del centro. Así, hace una semana, todos aquellos padres pertenecientes al colectivo recibieron un mensaje en el que se solicitaban voluntarios para afrontar este reto. Se buscaba un grupo de personas que tuvieran disponibilidad en horario de mañanas. No habían pasado ni dos horas cuando diecisiete familias decidieron apuntarse para colaborar con la iniciativa.

Ioana Junquera, Noemí Onís, Susana Espiniella, Tania Fernández, Adriana Bayón o Encar González, son tan solo algunas de las mamás participantes. "La verdad que era una actuación muy necesaria y no ha podido tener mejor acogida", agradece Marta Díaz, la profesora que se encarga de esta iniciativa que "surge de la necesidad de adaptar el aula al sistema educativo por el que nos regimos actualmente y, de alguna manera, hacerlo más visual, para que al alumnado les llame más la atención". Por otra parte, la idea es conseguir, además, que "destaque como un nuevo espacio educativo en sí y no como un mero lugar de intercambio de libros", explica la docente.

El grupo de trabajo de esta particular "sextaferia" que ha implicado a la comunidad educativa ya está cerrado para evitar que haya demasiada gente a la vez en el aula. Se ha organizado de manera que, dentro de las posibilidades de cada uno, haya siempre un número determinado de voluntarios trabajando en el aula, de lunes a viernes, en horario de 9.00 a 11.00 horas.

Las tareas de mejora del espacio, durante las que la biblioteca permanecerá cerrada a los alumnos, comenzaron este mismo miércoles y constarán de varias fases. La primera de ellas es el expurgo. "Hemos comenzado vaciando las estanterías y comprobando cada ejemplar uno por uno. De esta manera, podremos ir desechando todos aquellos libros que estén demasiado estropeados o que no sean aptos para los niños, bien por el contenido o bien porque se hayan quedado obsoletos".

A continuación, se procederá a la clasificación de los diferentes tomos. "Por el momento, hemos establecido las categorías de infantil, primer, segundo y tercer ciclo". Sin embargo, "hay muchos libros en inglés, cómics o tebeos, de consulta, de teatro... De manera que seguramente se vayan estableciendo más categorías a medida que vayamos avanzando". Para ello, Marta Díaz ha habilitado unas zonas donde ir poniendo cada ejemplar en función de su categoría y, de paso, "evitar así que el siguiente grupo eche abajo el trabajo del anterior". A partir de ahí, se realizará la catalogación de todos los libros que hayan superado la primera criba.

El proyecto, incluye también una nueva decoración de la biblioteca del centro. Tanto en lo que se refiere al mobiliario en sí, desde estanterías hasta mesas, sillas o sofás, como trabajos de pintura de paredes e instalación de elementos decorativos en general. "En cuanto al mobiliario, contamos con una partida presupuestaria específica para la biblioteca que intentaremos destinar a la adquisición de muebles mucho más funcionales, flexibles y movibles", explican los responsables de la iniciativa.

En este sentido, establecerían, dentro del propio aula, distintas zonas. Una de ellas es la que han bautizado como "hospital de libros". Ellas mismas ya la han puesto en marcha dentro de las tareas de organización, pero su pretensión es darle continuidad en el tiempo. "Se trata de habilitar un sitio donde los niños puedan dejar aquellos ejemplares que estén en peor estado, para de esta manera, desecharlos o repararlos", precisan.

Para finalizar, hacen un nuevo llamamiento a las familias del centro y a todo aquel que quiera colaborar. Dentro del proyecto de renovación de la biblioteca del cole "nos gustaría contar con vuestro apoyo y solicitaros la donación de libros y cuentos en buenas condiciones, pero que sus hijos ya no lean", explican. Además, también aceptan "puzzles y juegos educativos, que no sean muy voluminosos". Para ello, han colocado una caja a la entrada del centro, donde se pueden dejar las diferentes donaciones.

Y como en este proyecto se busca la implicación de toda la comunidad educativa y familiar, en unos días convocarán un concurso, en el que podrá participar todo el alumnado, desde Infantil hasta sexto de Primaria, de donde saldrá el nuevo nombre de la biblioteca y una mascota que la represente. Además, a partir de esta actuación general, se va a poner en marcha una radio escolar, además de otras actividades como club de lectura, talleres o charlas, concluye Marta Díaz.