Las bicis también son para el colegio en La Fresneda: "No esperábamos tanto éxito"

La Escuela de Ciclismo Viella imparte por primera vez en el centro una actividad extraescolar

Lucía Rodríguez

Habilidad y destreza en el manejo o equilibrio. Estas son algunas de las capacidades que desde la Escuela de Ciclismo Viella trabajan con los alumnos del colegio público de La Fresneda a través de sus clases extraescolares de ciclismo, que se han estrenado en el centro este curso. "La verdad es que no nos esperábamos que tuvieran tanto éxito", señalan Francisco Fuentes y Carlos González, presidente y director deportivo del club ciclista sierense, respectivamente. Y es que una experiencia anterior en otro colegio no resultó como esperaban y les puso sobre aviso. Sin embargo, la actividad en este ha ido ganando cada vez más adeptos, siendo ya 16 los niños que forman parte de este equipo escolar, que se suman a los ocho del Colegio Rural Agrupado de Viella, donde la iniciativa lleva desarrollándose desde hace unos cuatro años.

La actividad en el centro de la urbanización sierense partió de la madre de un alumno , "quien a través de la Asociación de Padres, que es quien gestiona las extraescolares, se puso en contacto con nosotros y nos hizo la propuesta". Desde octubre, los escolares practican el ciclismo dentro del recinto escolar esperando que "la llegada del buen tiempo, la buena evolución de los pequeños ciclistas y el entorno privilegiado del que disponemos aquí, nos permita realizar alguna salida por los alrededores y poner en práctica los conocimientos adquiridos", aseguran los profesores.

A todos los niños les encanta ir en bici y raro es el menor que no cuenta con una en casa, pero otra cosa es dedicarle el tiempo que precisa como actividad deportiva. "Sí que hubo niños que se apuntaron en un principio como entretenimiento, como cuando salen al parque a pasear, pero se equivocaron. Aquí hay que seguir una serie de pautas y se les exige disciplina. Eso sí, adaptada a su edad", explica Fuentes. Lo que no impide que también se diviertan. "Hoy en día, existen muchos métodos para aprender a través del juego y la diversión", subraya.

Uno de los niños que participan en la actividad extraescolar de ciclismo. | L. R.

Uno de los niños que participan en la actividad extraescolar de ciclismo. | L. R. / Lucía Rodríguez

Las clases se desarrollan a través de lo que denominan gincanas. Los profesores explican que "se les marca un circuito con conos, que tienen que saber cómo sortear, algo que es fundamental". Y es que la bicicleta es un elemento a manejar, que consigue trabajar la resistencia, la fuerza y el control de la velocidad, sin dejar de lado el desarrollo de aspectos cognitivos. El niño tiene que saber conducir la bici, saber como controlar la máquina y para todo ello cuerpo y mente debe ir de la mano. "La concentración es básica en la conducción, lo que sin duda repercutirá en un mayor desarrollo intelectual, ya que además el niño debe tomar decisiones constantemente y superar los obstáculos del camino", incide.

Carlos González lo tiene claro: "Buen ciclista, buen estudiante". Porque los beneficios del ciclismo van mucho más allá de los que puede aportarles simplemente como práctica deportiva. "Les enseña cómo organizarse, cómo combinar los entrenamientos con los estudios y con otras cosas que lleven a cabo en su día a día. Y eso, al final, les repercute tanto de pequeños como de adultos". Y es que el lema de la escuela es, precisamente, "Formando ciclistas, pero sobre todo personas".

En este sentido, destacan ambos que "sí que es verdad que es un deporte individual, sobre todo a la hora de entrenar, porque eres tú solo con tu bicicleta". Sin embargo, "el sentimiento de equipo y de compañerismo siempre están presentes", señalan. Además, añaden que "al contrario que en otros deportes, aquí no solo participan los mejores. A la hora de competir, no se discrimina a un ciclista porque sea más lento o porque lo haga peor", comentan.

Fuentes y González aseguran que "los niños están encantados, muy ilusionados y, al iniciarse en edades tempranas, están evolucionando a un ritmo espectacular". Otra de las ventajas es que "el tiempo que están sobre las bicis es tiempo que no invierten en pantallas, y además, es una actividad al aire libre".

De manera adicional, desde la Escuela de Ciclismo Viella también les enseñan aspectos sobre seguridad vial, "un aspecto básico que todos deberían saber" para no ponerse en peligro ni a ellos mismos ni a los demás. El casco, por supuesto, es siempre obligatorio.