La Pola, rota de dolor en el adiós al joven fallecido en moto: "Daniel era una grandísima persona, responsable y trabajador"

Hay silencios que rompen el alma. Como el que este domingo se apoderó del tanatorio de Pola de Siero. El desconsuelo por el fallecimiento de Daniel Diego Vigil, "Danidie" como era conocido, era patente en cada una de las muchas personas que se acercaron para arropar a la familia. Amigos y compañeros se congregaron desde primera hora de la mañana a las puertas del edificio sin poder contener las lágrimas y el dolor por la pérdida de "una grandísima persona".

El joven era muy conocido en la Pola. Desde bien pequeño militó en distintos clubes locales. Se formó en las categorías inferiores del Romanón, en cuyo campo el sábado de tarde la noticia de su fallecimiento se extendió rápidamente. Entre todos sus antiguos compañeros el cariño y la consideración se manifestó de manera unánime. "Todos coinciden en que era un grandísimo chaval, trabajador y responsable... Estudiaba y trabajaba al mismo tiempo", destacan desde el club deportivo. "Estos accidentes son muy duros siempre, pero en este caso mucho más", aseguran.

Si el fútbol era su pasión, la música tampoco se quedaba atrás. Desde la Asociación Sierense de Amigos de la Música (ASAM) trasladaban ayer su "más profunda tristeza" por el fallecimiento del que fuera un antiguo componente del Bandín y de la Banda de Música. Su presidente, Jacobo Vázquez, recuerda que se inició siendo un niño, pero "cuando la pandemia lo dejó por los estudios, era muy buen neno", afirma.

Actualmente, trabajaba en una pizzería y los fines de semana se encargaba de hacer los repartos, por lo que numerosos vecinos de la Pola conocían a ese joven "respetuoso y trabajador" que les hacía llegar sus pedidos. 

Daniel tenía solo 21 años cuando el sábado perdió la vida en un terrible accidente de moto. El joven circulaba con su Ducati por la avenida de Gijón, cerca de la intersección con la calle Río Deva, cuando impactó contra el lateral de un vehículo que en ese momento estaba saliendo de una plaza de aparcamiento. Ni él ni el conductor del coche fueron capaces de reaccionar a tiempo.