Siero honra a los vecinos que sufrieron el horror nazi: "Que jamás se repita"

«Que jamás se repita». Siero no se olvida de los vecinos del concejo que sufrieron la barbarie nazi: José Suárez Palacio, Vicente García Riestra y Ramón Ríos Fanjul. Los tres tienen desde ayer pequeñas placas de recuerdo colocadas en el suelo de sus localidades de origen (las conocidas como «piedras del tropiezo») para que su memoria no caiga en el olvido y sirva de antídoto contra el fanatismo, la intolerancia y los totalitarismos.

Los actos de instalación de las «stolspersteine» en recuerdo de José Suárez, Vicente García y Ramón Ríos fueron organizados por la Dirección General de Memoria Democrática del Principado, en colaboración con las asociaciones Memoria Democráticas de Asturias, Grupo de Deportados de Asturias y el Ayuntamiento de Siero. El proyecto «Stolspersteine» («piedras del tropiezo») comenzó en 1992 como una iniciativa personal del artista alemán Günter Demnig para rendir homenaje a las víctimas del Holocausto y, desde entonces, se ha ido desarrollando hasta convertirse en un fenómeno internacional. Solo en Europa, se han colocado ya más de 100.000 adoquines de este tipo.

La placa en recuerdo de Ramón Ríos, natural de Fonciello, se colocó junto al monumento al minero de Santa Marta (Carbayín), en presencia de varios de sus descendientes y con la concejala Susana Madera como representante del Ayuntamiento de Siero.

Nacido en 1855, Ramón Ríos fue un militante socialista que tomó parte en la Revolución de 1934, combatió en la Guerra Civil y se integró en la guerrilla antifranquista junto a su hermano Arcadio. Tras pasar a Francia, fue detenido y enviado al campo de Mauthausen y, posteriormente, al «komando de Gusen» donde murió el 12 de mayo de 1941.

Las otras dos «piedras del tropiezo» están en Pola de Siero. Una de ellas recuerda a José Suárez Palacio. Nacido en El Cuto en 1917, este socialista combatió en la Guerra Civil y, tras la caída de Asturias, pasó a Cataluña y a Francia. En el país galo fue detenido y deportado a Mauthausen. Tras su trasladado al subcampo de Gusen, el 20 de octubre de 1941, sobrevivió menos de tres meses, ya que fue asesinado el 10 de enero de 1942. Tenía 24 años.

También en la capital sierense se colocó ayer la placa de recuerdo al poleso Vicente García Riestra, el último superviviente español del campo de concentración alemán de Buchenwald. Tras ser liberado por las tropas estadounidenses cuando el campo ya se encontraba en manos de los prisioneros, Vicente García fue trasladado a Francia y decidió quedarse a vivir en Périgueux, Sin embargo, viajó repetidas veces a España, tras la muerte de Franco, y acudió en numerosas ocasiones a colegios asturianos para compartir con las nuevas generaciones su experiencia bajo el terror nazi.