Ángeles López Hevia, una devoción de medalla a la Virgen de la Cabeza de Meres

Vecina de la parroquia, recibió la distinción que se concede a los mayores que destacan por su vinculación al santuario: "Estamos muy orgullosos"

Lucía Rodríguez

Ferviente devota de la Virgen de la Cabeza, acude al santuario siempre que se organiza algún acto. Ángeles López Hevia fue elegida este año por unanimidad, por la Junta del Santuario de Meres (Siero), para la imposición de la medalla de la virgen, "por su devoción y su valores para con la parroquia". De ella se destacaron ayer muchas cosas, también que junto a su marido, Carlos González, del que enviudó hace nueve años, celebró en la ermita de Meres sus bodas de oro. Fue ya hace unos años, en 2011, junto a sus familiares y amigos más cercanos.

Su hija, Ángeles González, visiblemente emocionada, señaló ayer que "ella está muy contenta y todos nosotros nos sentimos muy orgullos de esta distinción". La mujer, de 80 años, tiene dos hijas y cinco nietos, "muy implicados todos con el santuario y la Virgen de La Cabeza, así que sentimos este reconocimiento como un poco nuestro también".

La cita en Meres, en el marco de las celebraciones en torno a la devoción por la Virgen de La Cabeza, se inició con un acto centrado en la imagen y una misa celebrada en la capilla que dio comienzo a las 18.00 horas para después proceder a la imposición de la medalla a esta apreciada vecina de la parroquia.

Desde la organización señalaron que "se suele dar este reconocimiento a personas mayores y queridas del pueblo". Para ellos , "es un honor recibir y portar dicha distinción con la imagen de la virgen grabada y, según pasan los años, ellos mismos ya muestran interés por recibir la consideración".

La lluvia respetó el que también fue el Día del bollo de las fiestas de Meres, aunque por momentos hubo algo de orbayo. Pese a que durante la mayor parte de os dóas fiesta el mal tiempo fue la tónica, Santiago Fernández, miembro de la Sociedad de Festejos, destacó que "ha sido increíble ver cómo la gente se enfundaba las botas y las katiuskas y venía a disfrutar con nosotros, sin temor ninguno al agua".

Para culminar los actos, ayer, desde las siete de la tarde, los vecinos pudieron recoger en la carpa instalada frente a la capilla los más de 1.600 bollos y botellas de sidra que la comisión tenía preparados. Una de las fieles a la Virgen de la Cabeza, que no se quiso perder el último día de estas fiestas es Vichy León, natural de Meres. "Venimos siempre a comer el bollo para pasar un rato todos juntos en familia". Andrés Alonso lleva viniendo desde Colloto hace diez años. "Este año llovió mucho, pero así y todo está todo lleno y hay muy bien ambiente". Francisco Entrago destaca, además, "que son las primeras fiestas de prao de la temporada y tienen muy buena fama".

Las celebraciones terminaron con un espectáculo de fuegos artificiales.