Opinión | El Paragües

Cables

Terminé dejándolo, porque me pasaron de un lugar a otro sin obtener la respuesta. Quería saber si para instalar por las fachadas cableado se precisaba una autorización municipal y, en caso de que así fuese, si había una vigilancia de que se hace como indicase el proyecto. Alguien me aseguró que sin duda debía haber una autorización. Con la historia de que se pretende un servicio público, a mi juicio, se conculca un principio de atención a la ciudadanía. Aquí la cosa es tener un chaleco amarillo, un gorro de obra -si es posible blanco- y una escalera, y ya puedes ponerte a armar jaleo, que seguro nadie va a pasar a pedirte la autorización, ni los propietarios de los edificios van a tener la osadía de prohibirte hacer los agujeros que te dé la gana ni poner la cajas de registro que quieras. Tampoco las señoras añosas con carrito ni las personas con problemas de movilidad van a armar pifostio por verse obligadas a abandonar la acera por las escaleras apoyadas en la fachada. Nuestra fe nos informa de que en esas cajas están las conexiones oportunas, pero solo nuestra fe. En un mundo tan descerebrado puede ocurrírsele a cualquiera colocar TNT y ni se entera nadie. Parece que están colocando cable para la fibra óptica y claro, si es fibra, cualquiera protesta. Es de educación fácil el informar con un papelito en los portales de qué se va a hacer, cuánto tiempo duraría la intervención y solicitar nuestras disculpas por las molestias. Pero, como es de interés general, ahí te cae y te fastidias. Luego ya te subiremos las cuotas por mejora del servicio. Igual los ciudadanos debiéramos empezar a enseñar más nuestra tenacidad y no facilitar que nuestras propiedades sean utilizadas sin más ni más. ¡Ah! y si alguien tiene interés por saber cuántos cables puede resistir una fachada, que mire sobre Autorrecambios Siero en la calle Ildefonso S. del Río. Es imposible que puedan ser tantos.