Oviedo, P. Á.

La controversia acerca de la ampliación de horarios en las farmacias está relacionada con el programa de guardias nocturnas. En Oviedo, la normativa vigente exige que siempre estén abiertas, como mínimo, dos boticas. En los últimos tiempos, durante las noches estaban en servicio la de la calle Magdalena y otra que iba variando de forma rotatoria.

Según boticarios consultados por este periódico, el promedio de recaudación de esta última no solía llegar a 100 euros, circunstancia que seguramente estaba condicionada por el hecho de que buena parte de los usuarios acudían directamente a la botica de la calle Magdalena, sabedores de que estaba abierta de forma permanente. En adelante, ante la renuncia de la mencionada farmacia a las horas centrales de la noche, las dos oficinas que cubran la noche ovetense partirán en igualdad de condiciones.

Ante la falta de boticas voluntarias, el Colegio de Farmacéuticos de Asturias se ha visto en la necesidad de incluir de forma obligatoria todas las oficinas de Oviedo en el programa de guardias. Deberán realizar, como promedio, una jornada nocturna cada 40 días. «Es evidente que, en última instancia, la finalidad de la guardia no es la rentabilidad, sino el servicio público», señala la presidenta del Colegio.

Sin embargo, todo apunta a que la cuestión de las guardias nocturnas no acaba de cerrarse. Lourdes Bergillos plantea la opción de que la obligatoriedad de hacer guardias se restrinja únicamente a aquellas farmacias que tienen el horario ampliado. «Sería razonable que asumieran una mayor cuota de responsabilidad», argumenta la presidenta de la corporación.