Sevilla, Efe

El segundo bebé de España que permitirá salvar a su hermano de una enfermedad hematológica severa nació en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y las células del cordón umbilical de la recién nacida servirán para poder hacerle un trasplante de médula ósea a su hermano de 5 años. El niño, Antonio, recibe semanalmente transfusiones de sangre y su única opción de curación es el trasplante, aunque no se han encontrado donantes compatibles con él, explicó en rueda de prensa el director de la unidad de genética, reproducción y medicina fetal del Hospital Virgen del Rocío, Guillermo Antiñolo.

Ante la falta de donantes, hace dos años se puso en marcha el diagnóstico genético preimplantatorio para concebir a un bebé de perfil idéntico al de Antonio, afectado de aplasia medular severa, una grave enfermedad hematológica que causa la desaparición de las células encargadas de la producción de la sangre en la médula ósea.

Ese programa, que se aplicó por primera vez con éxito en 2008 también en Sevilla, consiste en realizar un análisis genético a embriones obtenidos por técnicas de fecundación «in vitro» para transferir al útero únicamente aquellos libres de la enfermedad que se estudia.

Las células para el trasplante de médula de Antonio, operación que se prevé realizar dentro de un mes, se extraerán del cordón umbilical de su hermana, cuya sangre ha quedado almacenada en el banco de cordón umbilical de Málaga.

La medicina pública aplica este programa desde que en 2006 se aprobó la Ley de Reproducción Humana Asistida, según dijo la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, que ha calificado el nuevo éxito como un «hito» de la sanidad pública, que permite beneficiar a familias humildes con «las mismas posibilidades que el hijo de un banquero».

La madre de la bebé, Melani García Martos, de 27 años y residente en Churriana de la Vega (Granada), se mostró «emocionada» por el nacimiento de su hija Estrella, a la que han puesto ese nombre porque «va a ser la estrella» de su hermano.

«Queríamos tener un hijo, y qué mejor momento que éste; le va a dar la vida a su hermano», subrayó la madre, que sueña con el hecho de que dentro de un año puedan irse los cuatro juntos de vacaciones.

El padre, Antonio Fuillerat, cocinero de 28 años, confía en el éxito del trasplante y en que su hijo acuda con normalidad al colegio o a un parque, porque «necesita muchos cuidados» y tienen que estar «muy pendientes de él» debido a que con su enfermedad le salen moratones ante cualquier golpe.

Antiñolo habló de la complejidad del proceso en este caso, y dijo que de las siete parejas que han tratado han tenido éxito con dos, «casi el 30 por ciento», afirmó tras recordar que existen treinta peticiones en la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida. Rechazó que a estos niños se les llame «bebés medicamento». «Además de ser hijos deseados, pueden ayudar a sus hermanos a completar un tratamiento que de otra manera no estaría disponible».