Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Los profesionales de los hospitales comarcales de Asturias tendrán facilidad para perfeccionar sus técnicas y conocimientos en centros sanitarios de mayor entidad. Éste es el proyecto que maneja la Consejería de Sanidad del Principado, en el marco de una estructura sanitaria que se quiere menos rígida, más permeable, más capaz de trabajar en red, más apoyada en las tecnologías de la información y mucho más adaptable a las necesidades cambiantes de la población que reside en los diversos territorios.

El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, planteó el pasado miércoles en la Junta General del Principado una alianza de los hospitales comarcales de la región, en el contexto de una reordenación del mapa sanitario en la que las actuales ocho áreas quedarán fusionadas en sólo cuatro. En su comparecencia parlamentaria, Blanco indicó que no existen previsiones de cerrar ningún equipamiento, pero sí de establecer una reconfiguración de los existentes. A juicio del consejero, los centros de menor tamaño «carecen de sentido como hospitales autosuficientes» y, sin embargo, «podrían compartir sin ningún problema servicios, personal, regímenes de apoyo o tener ya una marcada singularidad regional médica o quirúrgica».

Fuentes de la Consejería abundaron ayer en las claves de una filosofía organizativa según la cual los comarcales «pueden trabajar en red, compartiendo profesionales y pacientes de una forma ágil y eficiente». A juicio de los actuales dirigentes sanitarios de la región, la red hospitalaria está «muy fragmentada», según un modelo en el que «cada hospital está pensado en sí mismo». Se trata de una situación que determina «un modelo muy disfuncional, inestable y que impide mejorar».

Los responsables de la Consejería sostienen que «todos los ciudadanos tienen derecho a una misma cartera de servicios», pese a lo cual se registran diferencias acusadas entre los modos de trabajar en unos hospitales y en otros. «Hace falta un mínimo de masa crítica de casos para aprender y desarrollarse profesionalmente», subrayan las citadas fuentes. Una medida para paliar esos déficits de actividad es la posibilidad de que los médicos de los centros comarcales dispongan de la posibilidad de moverse por hospitales de mayor envergadura en los que resulta más sencillo adquirir determinadas destrezas y desarrollarse desde el punto de vista profesional. También podrá darse el caso contrario: que un profesional de un hospital de mayor envergadura se traslade a otro más pequeño con el fin de aplicar una determinada técnica. Todo lo cual no debe inducir a pensar que «la gente vaya a estar pululando por la red, pues sería contraproducente».

En esta línea, la Administración sanitaria se plantea establecer alianzas entre hospitales grandes y pequeños, y se busca que la fusión de ocho áreas en tres o cuatro genere este tipo de estrategias de colaboración sistemática. Sanidad considera que la anunciada implantación de la gerencia única en cada área sanitaria está llamada a propiciar una gestión más integral y una mayor visión de conjunto por parte de los gestores.

Otra línea de trabajo complementaria consiste en utilizar las tecnologías de la información para establecer lazos de colaboración entre hospitales, e incluso para que un profesional de un hospital grande pueda emitir un diagnóstico referido a un paciente de un hospital de menor tamaño. «Los flujos de conocimiento no suponen necesariamente establecer flujos físicos; hay que aprovechar la capacidad de transmitir conocimiento en procesos que pueden ser incluso virtuales», precisa la Consejería.