Avilés, Saúl FERNÁNDEZ

En tres años, la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias (ESAD) dejará de impartir la especialidad superior de Dirección de escena. A cambio, el centro abrirá las puertas a la enseñanza de grado profesional (similar a la ESO) en Danza clásica. La causa de este trueque, según el Principado de Asturias, es solamente una: «Falta de demanda social» o, lo que es lo mismo, ausencia de alumnos.

En la actualidad, son trece los estudiantes de Dirección de escena inscritos en los cuatro cursos que oferta la ESAD. ¿Son pocos? «Más o menos los mismos que en la RESAD de Madrid -la escuela más importante de España-», comenta Toño Caamaño, de Producciones Nun Tris. «¿Cuántos alumnos tienen las especialidades de tuba o canto en los conservatorios asturianos?», se pregunta Arturo Castro, director de «Teatro Margen» y profesor especialista de Iluminación en la ESAD. Es decir, los afectados por la medida impuesta por el Principado rechazaron tajantemente el criterio de la demanda social por ser impropio de una administración pública. «Si nos regimos por la demanda, el teatro de La Laboral debería estar ya cerrado: no va casi nadie», añade un portavoz de los alumnos.

La supresión de Dirección de escena se ha hecho semanas después de que dos profesores aprobaran sus oposiciones en la especialidad, lo cual, según algunos afectados, «denota, cuando menos, cierta improvisación» por parte de las autoridades educativas. Se convocan oposiciones para una especialidad que tiene los días contados. «¿Cuál es el futuro de los profesores eventuales?», se pregunta un miembro del claustro de la ESAD. La decisión de la Consejería de Educación se ha comunicado, según los alumnos de Dirección, «por la puerta de atrás». El pasado 12 de junio la dirección general de Planificación, Centros e Infraestructuras publicó una resolución en la web Educastur según la cual «para el próximo curso (2009-10) no se convocarán plazas para primer curso de la especialidad de Dirección de escena». ¿Qué supone esto? Según los alumnos afectados, que empieza la cuenta atrás para la ejecución de la sentencia de muerte de una de las dos especialidades que ahora ofrece el centro educativo.

«En Asturias parece que las cosas se hacen a lo loco, deprisa y corriendo, sin avisar», razona Elisa Novo, presidenta de la Asociación de Profesionales de la Danza de Asturias. «Llevábamos veintitantos años reclamando clases oficiales de danza y, por fin, parece que nos han hecho caso y eso es estupendo. Sin embargo, no podemos entrar nosotros y quitar a los que estaban», añade. Se da la circunstancia de que las instalaciones de la ESAD se prepararon para acoger las enseñanzas de Dirección e Interpretación. «Nos dicen que van a implantar Danza clásica y que van a ofertar ochenta plazas. Eso supone, al menos, tres aulas de cien metros cuadros por cuatro de alto. Ahora, sólo hay una», denuncia Novo.

Lo que se pretende, según los expertos consultados, «es un lío, porque no es lo mismo una escuela superior que una de grado medio». A la convivencia de niños de 12 a 16 años con estudiantes adultos hay que sumar dos regímenes distintos e, incluso, «dos consejos escolares». En otras comunidades se opta por dos escuelas en dos edificios.

La enseñanza del teatro en Asturias tiene una vida larga de conflictos. Más de 90 titulados del antiguo ITAE -institución del Principado, hasta la legislatura pasada- esperan aún que les reconozcan sus estudios.