Eustaquio revilla villegas Alcalde de Grandas de Salime

Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

La destitución del director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime ha hecho que su sillón de alcalde se tambalee, pero Eustaquio Revilla se mantiene firme, asume y defiende la decisión adoptada por el consorcio que lo dirige. El regidor socialista de Grandas desde 2004, concejal durante una década y docente de profesión, valora con severidad la gestión de José Naveiras, Pepe el Ferreiro. Ayer daba sus razones en una carta abierta a los lectores. Hoy las justifica y explica sus argumentos.

-Habla de dejadez de funciones por parte del director del museo...

-Me refiero a la obligación de tener el museo en perfecto estado, por la seguridad de los materiales que allí se guardan y de los visitantes. Se le advirtió y no hizo caso.

-¿Corría peligro la seguridad de los visitantes?

-Había problemas serios. No tenía medidas de seguridad, las alarmas llevaban años sin funcionar, no había sistema antiincendios, ni plan de accesibilidad, ni medidas ni salidas de emergencia. Desde el consorcio, en dos ocasiones, se le instó a que reparase esa situación. La respuesta fue nula, igual que sucedió cuando se le requirió el inventario. Y no dio ninguna explicación.

-¿Y se están solventado esas irregularidades?

-Se han solicitado informes y se está trabajando para subsanar esas deficiencias. No se van a admitir visitas de grupos escolares hasta mientras no se subsanen al cien por ciento.

-¿La relación entre el director del museo y el consorcio llegó al enconamiento personal?

-Yo, en el consorcio, he estado con tres consejeros distintos, con tres directores generales de Cultura y la actuación de José Naveiras ha sido la misma con todos. Cuando eres director de una institución pública, debes acatar las leyes de la Administración pública; se trata sólo de eso.

-Habla también de contrataciones irregulares y contabilidad privada.

-Todo organismo público debe llevar una contabilidad pública. Se le requirió para que adaptara la contabilidad privada a la pública, no lo hizo. No es él quien debe hacerlo, pero sí debe encargarlo; de hecho, la gestora del museo se lo recordó varias veces.

-¿Puede haber incurrido en alguna ilegalidad?

-Sí. Las cuentas no están claras, no las presentaba. Ahora espero que se haga una auditoría y que se aclare si hubo irregularidades.

-¿Imposible llegar a una solución más amable?

-Se le requirió varias veces, tuvo la oportunidad de hacer las cosas bien, se negó y eso llevó a una situación de riesgo para la Administración. Nunca ha sido razonable y ha querido llevar el museo a su manera.

-Usted denuncia el uso particular del museo por parte de su director. ¿De qué está hablando?

-De actos privados, fiestas... no quiero entrar en detalles. En pocos museos etnográficos se habrá visto que el director pretenda hacerse un apartamento en su interior.

-¿Lo sorprendió la movilización ciudadana en torno al Ferreiro?

-No, pero hay un dato significativo: prácticamente el 98 por ciento de los que se manifiestan en favor de Pepe el Ferreiro es de fuera del concejo de Grandas. Aquí ha habido dos manifestaciones y se ve bien la gente que va.

-¿Cómo está tan seguro de ese porcentaje? ¿Por qué no apoya al Ferreiro la gente de Grandas?

-En Grandas nos conocemos todos y todo el mundo es consciente de lo que estaba pasando en el museo.

-Estos no deben ser unos momentos agradables para usted, como alcalde...

-No, agradables no son. Hay una parte de la población que defiende a Pepe con uñas y dientes y no está valorando los motivos por los que se tomó esta decisión, que no ha sido agradable para nadie.

-¿Cuánto tiempo tardaron en tomarla?

-No se decidió en un ratín.

-¿Está seguro de haber agotado todas las vías de entendimiento?

-Llevábamos años agotando esas vías. Buscamos a gente que quisiera mediar, gente de la cultura asturiana, y no encontramos voluntarios. Y no se le avisó de que se iba a tratar su cese en el consorcio porque las decisiones se comunican posteriormente.

-Queda clara su opinión de José Naveiras como gestor...

-Es una opinión independiente de mi opinión personal sobre él, es bastante objetiva.

-¿Y qué opina de su trabajo?

-No es cuestión de quitarle el mérito que tiene, y mucho. Se empeñó en la recuperación del patrimonio y lo hizo bien. Los que ahora se movilizan, más que perseguir que Pepe vuelva al museo, deberían estar organizándole un homenaje como recuperador del patrimonio.

-¿No debería ser la Administración quien lo organizase?

-La Administración debería hacérselo, pero ¿él debería aceptarlo?

-¿En qué ha quedado su relación personal con José Naveiras?

-No teníamos relación personal ninguna. El Ayuntamiento le pidió su colaboración en la redacción del plan especial del Museo Etnográfico y él se negó en los términos que son propios de él.

-¿Sin razones?

-Él consideraba que cualquier cosa que se quisiera hacer en el museo, si no partía de él, era una injerencia.

-¿Fueron contrincantes políticos cuando él se presentó en las listas de IU?

-Coincidimos en unas elecciones, pero no tuvimos ningún enfrentamiento ni ocasión para ello.

-¿Ha pensado que el cese del Ferreiro a usted puede costarle la Alcaldía?

-Cuando tomo decisiones como alcalde, no lo hago pensando en las próximas elecciones. Lo que tengo que presentar en las elecciones es mi gestión y hago lo que debo. Yo, para vivir, no dependo del cargo.

-Y ahora, ¿qué pasará en Grandas?

-El asunto, en lo que se refiere a la dirección del museo, está cerrado. Ahora hay que trabajar y luchar por el museo.