Ginebra / Oviedo,

Agencias / P. Á.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó ayer a los laboratorios farmacéuticos que incorporen la cepa H1N1 de la gripe pandémica en su vacuna antigripal de la próxima temporada en el hemisferio norte. El «número 2» de la OMS, Keiji Fukuda, afirmó en una conferencia de prensa virtual que la actual vacuna contra la gripe A, de la que muchos países tienen grandes reservas sin utilizar, «no podrá ser usada» la próxima temporada.

Un grupo de expertos en vacunas, reunido desde el pasado lunes en Ginebra, determinó la composición más apropiada para la nueva vacuna, un procedimiento que se cumple antes de cada temporada gripal por tratarse de un virus que tiene una alta capacidad de mutación. Fukuda explicó que la recomendación de incluir la cepa H1N1 en la vacuna para la gripe estacional «no significa que la pandemia haya terminado, sino que ése será uno de los virus dominantes que circularán por el mundo».

Según lo decidido por los expertos, la próxima vacuna para la gripe en el hemisferio norte, cuya temporada se inicia en otoño (a partir de septiembre), tendrá tres cepas: la H1N1, la H3N2 y la de la gripe B. «La pandemia no ha terminado y si recomendamos incluir la H1N1 en la vacuna es para proteger a los grupos más en riesgo de tener complicaciones, como son las mujeres embarazadas o los jóvenes con enfermedades crónicas», señaló Fukuda.

El responsable de la OMS subrayó que «una de las diferencias entre la gripe A y la estacional es que la primera puede conllevar complicaciones pulmonares mucho más graves que la segunda, para ciertos grupos». Fukuda insistió en que el virus H1N1 sigue circulando y que si bien su actividad ha bajado en Europa o Estados Unidos ahora se está transmitiendo en el oeste de África, en concreto en Mauritania y Senegal.

El martes de la semana próxima se reunirá el Comité de Emergencia de la OMS para analizar la situación epidemiológica de la gripe A, así como para decidir «cuándo podemos declarar el período "pospico", es decir, el período de transición», indicó el dirigente de la agencia. Dicho período significa que «seguimos en pandemia, pero tenemos motivos para pensar que estamos regresando a la normalidad». Sin embargo, «no indica que la pandemia haya pasado», insistió Fukuda.

El grupo de expertos en vacunas reunido ayer dejó abierta la posibilidad de que la próxima vacuna antigripal sea una trivalente -que incluya las tres cepas recomendadas- o que se hagan tres vacunas diferentes. El «número dos» de Margaret Chan señaló que «la combinación que se haga de los tres virus dependerá de la situación en cada país y será una decisión más a nivel nacional».

El director general adjunto de la OMS reconoció que las enormes reservas de vacunas contra la gripe AH1N1 que tienen los países «no pueden ser utilizadas». «Las reservas que tienen los laboratorios del componente de esa vacuna pueden potencialmente ser usadas, pero la que ya está en su forma final (dosis) no puede ser empleada», afirmó.

Esta tesis de Fukuda es estrictamente contraria a la que ayer defendió la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, quien sostuvo que las vacunas contra la gripe A que han quedado sin utilizar durante la presente campaña podrían ser utilizadas el próximo otoño. «Las vacunas que se han hecho este año podrían ser válidas para la vacunación del próximo año», indicó Jiménez, quien puntualizó que «hay que esperar a que emita una opinión el comité de vacunas y el comité científico del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud».

La Ministra precisó que todavía «hay que conocer exactamente cuáles son las recomendaciones de las OMS: si finalmente es una, dos o tres vacunaciones y, en función de esas recomendaciones, el Consejo Interterritorial tomará una decisión y adquiriremos y recomendaremos la vacuna que sea más adecuada para nuestra población».

En Asturias estaba previsto que se vacunaran unas 150.000 personas y finalmente han sido unos 60.000 los ciudadanos que han decidido inmunizarse. En torno al 97 por ciento eran enfermos crónicos.