David Bustamante estrena, tras tres años de silencio, su sexto disco 'A Contracorriente', un trabajo "más sincero y visceral" que los anteriores, con una "mezcla de frío y calor", ya que combina canciones "llenas de fusiones, ritmo, temperamento" con "las baladas de siempre".

"Este disco sigue la estela que marcó mi anterior trabajo, 'Al filo de la irrealidad', donde encontré mi camino y mi forma de hacer música", señaló. Así, reconoció que aunque sigue "fiel a sus inicios", ahora sus canciones son "más rockeras" y tienen "más raza, carácter y son más puras".

Definió el disco, como el "más orgánico" de su carrera, puesto que está tocado en su totalidad por músicos latinos y estadounidenses. "En crisis, nosotros tiramos la casa por la ventana, porque quiero que sea un disco completo", destacó. Además, en este trabajo participaron cinco productores diferentes (Kike Santander, Daniel Betancourt, Jose Luis Arroyave, Rafa Bergara y Antonio Rayo 'Rayito'), lo que Bustamante calificó como una "experiencia única" que "volvería a repetir", porque cada uno le aporta su estilo propio y eso hace que el disco sea "más rico y variado".

El título del LP, que sale hoy a la venta, hace referencia a los obstáculos que ha vencido para llegar donde está y confiesa que "le han dado más palos de los que merece". Además, 'A Contracorriente' refleja el deseo, que se ha hecho realidad en el disco, de compaginar "dos tipos de música, en apariencia muy alejados", las baladas con las canciones rockeras.

Una de estas trece canciones, 'Universo de todo', está dedicada a su hija, de 17 meses, y cree que servirá para que "cuando él esté lejos, Daniella pueda escuchar la voz de su padre, diciéndola cuanto la quiere"; otra es 'No debió pasar', un dueto con Shaila Dúrcal donde se nota "la complicidad" entre ellos.