Oviedo, J. B.

El Concurso y muestra de folclore «Ciudad de Oviedo», que organizan el Ayuntamiento y LA NUEVA ESPAÑA en el teatro Filarmónica, estuvo presidido ayer, además de por un buen números de actuaciones de alto nivel, por los homenajes. Uno de ellos fue a través de la semblanza que el concurso hizo de Silvino Antuña, una de las figuras clave en la historia, el coleccionismo y el estudio de la canción asturiana. En el vídeo proyectado, Antuña evocó de dónde le venía su afición y también contó, entre otros asuntos, que antaño no había fiesta que no tuviera un concurso de canción.

Y también se habló, en público y entre bambalinas, del homenaje que se le va a brindar a Carlos Jeannot en Suarías, localidad a la que el director del certamen cede su archivo privado de música asturiana. Todo un espectáculo en el que actuarán las primeras figuras de la canción, la gaita o los grupos vocales. La cita es el 3 de abril.

Y para que ayer no faltase de nada actuó con su ambiente cálido y festivo a la vez, la Bandina «La Curuxa», que dejó una espléndida intervención. Una buena mañana, que empezó con la Coral polifónica Piloñesa (esta categoría se completó con el coro campeón, el Castillo de Gauzón), con un desfile de cantantes de tonada para elegir según los gustos, los gaiteros Ángel Domingo y Rubén Alba y la pareja de baile formada por Arsenio Ruiz González y María Ruiz Llorente.