El sol, tan beneficioso como nocivo, además de dañar la piel, puede también lesionar los ojos. La población en general ya se ha concienciado de la necesidad de utilizar protectores solares para evitar posibles lesiones cutáneas, pero el nivel de conocimiento que tiene sobre la importancia del uso de las gafas de sol para cuidar la salud visual es todavía muy bajo. No son muchas las personas que asocian los rayos ultravioletas a problemas oculares, por lo que únicamente consideran las gafas de sol como un complemento de moda más. Un error.

Según la óptica y optometrista Aurora Suárez, «existen diversas pruebas que asocian la exposición a la radiación ultravioleta tanto aguda como crónica con alteraciones oculares. De hecho, por todos es conocida la reacción producida por practicar deportes de nieve sin la protección ocular adecuada», señala.

La salud visual es especialmente vulnerable en los niños, advierte esta profesional asturiana, ya que se están completando sus estructuras oculares. Su cristalino es casi transparente, de modo que sus ojos captan toda la radiación del sol, lo que afectará a su visión futura. Y hay que tener en cuenta que la exposición solar sin protección visual puede llegar a provocar lesiones en la córnea, la retina y el cristalino. Otros daños más comunes son: conjuntivitis, úlceras crónicas y cataratas prematuras, entre otros, que pueden aparecer unos años después de la exposición, sobre todo si ésta ha sido prolongada.

La exposición a la radiación no sólo se produce si ésta es directa al sol, sino también indirecta, es decir, por reflexión en la nieve, el agua, la arena e, incluso, el hormigón, aunque en menor medida.

A la hora de elegir unas gafas, la seguridad de los ojos y la moda no tienen por qué estar reñidas. Existen numerosas marcas que ofrecen todas las garantías de seguridad que exige la normativa europea. Las lentes solares deben absorber totalmente la radiación ultravioleta, la más perjudicial para los ojos, y reducir la luz hasta un nivel confortable. Así, la elección de las gafas debe realizarse en función del grado de exposición que se vaya a experimentar, es decir, según para qué actividades vayan a utilizarse.

Los profesionales aconsejan acudir a establecimientos especializados y no dejarse llevar por las gangas de los mercadillos. «Al adquirirlas en un centro óptico recibimos el asesoramiento estético y técnico, aseguramos la protección para nuestros ojos y obtenemos información sobre el correcto uso y mantenimiento de las lentes», manifiesta Aurora Suárez. En este sentido, el Colegio Nacional de Ópticos Optometristas de España apunta que el 93% de las gafas de sol vendidas en centros no sanitarios dañan la vista y pueden provocar visión defectuosa, dolores de cabeza o conjuntivitis, además de otros males mayores.