Karl Lagerfeld ha cancelado su desfile parisino de octubre, correspondiente a la temporada de verano 2011, pero permanece fiel a las pasarelas como director creativo de Chanel. La firma francesa, paradigma del superlujo, ya ha dictado sentencia a través del «Kaiser». Éste será un otoño de melenas rubias, lisas y algo despeinadas; vestidos que marcan cintura, uñas y labios en la misma tonalidad de rojo y el adiós momentáneo a los pantalones.

La colección de Chanel es un auténtico antídoto contra el «bajón» anímico de la crisis. El maestro alemán consigue hacer soñar con abrigos, vestidos-bolero cortos y trajes largos bordados y a veces rebordados con flores y rejillas de oro, verde esmeralda, color rubí o blanco a juego. En realidad, las bordadoras de París están encantadas con la firma que tiene su cuartel general en la rue Cambon. Hasta los botines -una de las obsesiones de Lagerfeld- llevan delicados apliques. Para complementar el atuendo es imprescindible lucir múltiples pulseras.

El desfile de presentación de esta temporada meses atrás estuvo presidido por un gran león. Fue un homenaje a los que coleccionaba Mademoiselle Coco. Aún se encuentran en su apartamento parisino, conservado tal y como ella lo dejó. Las mujeres Chanel del invierno pasearán con serenidad «baudeleriana» sus vestidos bolero cortos, reunidos en el delantero por una botonadura de oro viejo, o sus abrigos largos, entallados hasta la cintura, de lejana inspiración militar.

La colección, llena de texturas y materias primas brillantes, ofrece también prendas enteramente bordadas de flores de mediano tamaño, amplios vestidos de tul sobre vestidos cortos del mismo color, gruesos ribetes de visón en mangas y bajos, y también voluminosos lazos en la espalda de vestidos de noche de talle alto y silueta triangular.

De día o de cóctel, los vestidos serán cortos y rondarán las rodillas y las mangas tenderán a ser muy visibles, cortas o largas, acampanadas o simplemente anchas, pero raramente llegarán hasta las muñecas. Un largo ideal para lucir pulseras de múltiples y variados colgantes, piedras y pedruscos, cadenas y perlas, y elemento principal de la colección en el terreno de los accesorios, junto con el botín. Éste será siempre ancho, bordado de lentejuelas, de pedrería, cubierto con una rejilla de perlas o de piel dorada.

La colección de bolsos también ha sido un éxito. Los modelos de la casa se reinventan, pero siguen fieles a sus raíces. A diferencia de la pasarela de Milán, donde el cuero o piel han sido los materiales principales, con Chanel la piel pasa a ser pelo, elemento principal para la mayoría de los bolsos presentados. También llaman la atención los bolsos que imitan bloques de hielo, una cálida tentación.

La ovetense Patricia Urquiola se ha ganado a pulso estar entre los grandes del diseño. Varias de sus obras están expuestas en el Moma de Nueva York. Una de ellas es la silla Pavo Real, que ha sido copiada hasta la saciedad. Los expertos aseguran que las piezas de la asturiana tienen un «algo» que no cansa. El talento creativo de Urquiola es la clave.

No hay celebridad que no tenga en su fondo de armario un traje de Giorgio Armani. En la nueva colección 2011 se encuentran tres rasgos básicos: un diseño inspirado en la alta costura, la combinación de elementos masculinos y femeninos y una línea de influencia del glamour de la moda de los años treinta. La colección tiene un poco de todo. Es la falda de los vestidos cortos la que protagoniza la identidad de cada diseño.

Negro y blanco son los colores imprescindibles para los nuevos vestidos de cocktail.

El matrimonio más reciente en el mundo de la moda es el formado por el italiano Valentino y la cadena americana de moda barata Gap. La casa romana ha presentado una colección que mezcla lujo y comodidad. Se pondrá a la venta a finales de noviembre, según ha confirmado los directores creativos de Valentino, Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli.

Los vestidos, que van dirigidos sobre todo al público europeo, sólo se venderán en Milán, Londres y París. Están inspirados en «iconos» de la firma italiana y piezas básicas de la marca que es una especie de Zara a la americana. Este invierno Gap desembarcará por primera vez en España.