Madrid

Numerosos familiares, compañeros, amigos y representantes de la cultura y la política acudieron ayer a dar el último adiós y a rendir homenaje al cineasta Luis García-Berlanga, fallecido en la madrugada de ayer a los 89 años. Centenares de personas pasaron por la capilla ardiente, instalada en la sede de la Academia de Cine de Madrid, de la que era cofundador y presidente de honor. Por expreso deseo de la familia, sólo se pudo acceder a la sala hasta las diez de la noche, aunque hoy volverá a abrirse al público desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde.

El actual presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, fue el encargado de recibir a todos aquellos que se acercaron hasta la sede, donde se ubicó el féretro junto a una gran corona de rosas blancas de sus compañeros de la Academia. También a la entrada, el hijo mayor del cineasta, José Luis Berlanga, instó a «celebrar lo grande» que ha sido su padre, quien pasó sus últimas horas con tranquilidad, al morir en casa, tranquilo y después de cenar su «tortilla de patatas».

Según «Europa Press», numerosos actores, técnicos y directores de cine y teatro se acercaron también a despedir a Berlanga. Icíar Bollaín se felicitó de que haya «algunos cineastas que siguen su estela», al tiempo que lamentó que «una generación se esté yendo», en alusión a la reciente pérdida de Manuel Alexandre. «Nos hemos quedado muy jodidos», subrayó José Sacristán, quien trabajó en dos películas con Berlanga. El cantante Miguel Ríos destacó que Berlanga «ha retratado nuestras propias miserias, intentando que seamos mejores», algo en lo que coincidió Pablo Carbonell, quien pidió que otros cojan «su testigo, porque hace falta».

Además de su viuda, María Jesús Manrique, entre los asistentes se encontraban Rosa María Sardá, Andrés Pajares y Massiel, muy emocionados, así como Fernando Chinarro, quien aseguró que en la Academia se han quedado «hundidos». Asimismo, acudieron el cantante asturiano Víctor Manuel y su mujer, Ana Belén, así como algunos dirigentes políticos, caso del vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba; la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.

Luis García-Berlanga será enterrado hoy en el cementerio de Pozuelo de Alarcón (Madrid).